El Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Córdoba ha criticado este jueves, tras la reunión de la comisión de estudio que debate la gestión del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) del Parque Joyero, que incluye a los grupos municipales, el Consejo Social y el Consejo del Movimiento Ciudadano, que aún no haya un plan de usos para el edificio, cuyas obras concluirán en el segundo trimestre del año. 

La portavoz de Vox, Paula Badanelli, ha calificado la situación del inmueble como "surrealista" pues se trata de una obra que ha costado unos 17 millones de euros en la que "nadie se ha parado a pensar qué quieren hacer y quién o cómo se va a gestionar este edificio". "Estamos a una semana de su entrega y no sabemos qué vamos a hacer con él", ha expresado la edil.

En la reunión se acordó que su gestión estará a cargo directamente del Ayuntamiento, sin crear una nueva empresa pública municipal como el alcalde, José María Bellido, había anunciado el pasado 4 de febrero. La decisión viene porque en un principio la explotación del inmueble generará millones en pérdidas que, según Badanelli, "solo cerrado y sin utilizar cuesta 500.000 euros a los cordobeses".

Así, para la edil de Vox "no se puede constituir una empresa pública para ello porque no se puede permitir otro chiringuito" y, al respecto, ha afirmado que en el Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (Imtur), instituto que su grupo pidió disolver, "hay técnicos capacitados, con recursos y que ya deberían estar trabajando en la captación de eventos y congresos" para la ciudad.

Acerca de las pérdidas que el inmueble va a generar al Ayuntamiento, Vox ha asegurado que "no compartimos que el edificio tenga que ser una ruina, pero eso va a depender de la capacidad de exigir y gestionar del gobierno municipal"

"Me gustaría preguntarle a este gobierno a qué se dedica", ha continuado Badanelli, que afirma que "no hay nada más importante que tengan entre manos que saber qué vamos a hacer con este edificio y dejarnos de contrataciones, de pensar en la plantilla mínima o a cuánta gente van a meter sin saber para qué".

Por último, la edil ha afirmado que desde su grupo municipal "vamos a pelear para que sea un gran éxito y traiga movimiento, gente, ocupación hotelera, gasto, compras y empleo para una ciudad que está sufriendo un mal gobierno municipal". 

En el complejo, que tiene unos 15.000 metros cuadrados de superficie y una capacidad para unas 4.000 personas, podrán estar funcionando simultáneamente hasta 12 salas con distintos eventos, según anunció el alcalde. El complejo cuenta asimismo con otras dos zonas de entreplanta para la celebración de jornadas, exposiciones y conferencias.

Así, el proyecto se va a culminar siete años después de que empezara su primera obra y entre críticas no solo de la oposición sino también del Consejo del Movimiento Ciudadano, que ya había puesto sobre la mesa la necesidad de resolver los problemas de movilidad que aún hoy, a meses de su conclusión, siguen existiendo para su funcionamiento.

El único acceso al edificio es la Carretera de Palma del Rio (A-431), vía urbana con un tráfico denso que obliga al uso del coche y sin que haya aún un plan de movilidad urbana para acercar a los ciudadanos al lugar.