La XXXI edición de la Cata del Vino Montilla-Moriles ha logrado alcanzar las expectativas. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen avanzó ayer que más de 80.000 personas han visitado la feria vinícola desde su apertura al público el pasado jueves, de modo que se ha superado el número de entradas que se vendieron en la edición del año pasado. Estos datos marcan así un nuevo récord de este evento que "se consolida como el pistoletazo de salida del mayo cordobés y como atractivo turístico de primera categoría".

El Consejo Regulador se mostró muy satisfecho con la valoración provisional del evento, ya que, según destacó a través de un comunicado, la Cata "ha vuelto a conseguir la fidelidad del público". Y, todo ello, a pesar de la proximidad que este año ha tenido esta cita con la Semana Santa -tan sólo tres días desde su finalización-, lo cual "hacía augurar una dificultad mayor para superar los datos del año anterior". La "benigna climatología", así como "el apoyo de las instituciones públicas y privadas", también ha ayudado a los buenos resultados de este año.

Otro de los datos más importantes de esta edición de la Cata, que se ha celebrado un año más en la explanada de la Diputación, es la estimación provisional de la cifra de negocio realizada por el Consejo Regulador de la DO, que supera el millón de euros. Para el cálculo de esta cifra se ha tenido en cuenta criterios como la inversión necesaria para la organización del evento; los medios necesarios aportados por las bodegas y restaurantes; la venta de tickets y los ingresos por restauración; la promoción particular entre los clientes de cada establecimiento participante; o los ingresos derivados del evento en el resto de negocios de la zona de influencia. A esta cifra también hay que añadir el montante de venta de producto amparado que tiene relación directamente con la promoción realizada en la Cata.

Los buenos resultados cosechados este año son fruto, según el Consejo Regulador, de la mejora de las infraestructuras, la accesibilidad, seguridad y atención al cliente. Esta edición se ha detectado una mayor presencia de visitantes de la provincia y de fuera de ésta, así como una presencia más notorio de jóvenes "que consideran la Cata un lugar para conocer los vinos de la DOP más que de consumir por consumir". El evento también ha logrado consolidarse esta año como Feria del vino, donde acuden empresarios para conocer los caldos que se producen en el marco Montilla-Moriles.

La XXI edición de la Cata ha rendido homenaje a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad y ha contado con un amplio y variado programa de actividades gracias a las bodegas participantes, tabernas y restaurantes. En concreto, el pasado lunes tuvo lugar la inauguración de la exposición fotográfica del libro Pedro Ximénez, joya de Montilla-Moriles, en el patio Blanco de la Diputación, mientras que al día siguiente tuvo lugar la inauguración oficial de la cata y el acto de reconocimiento con motivo del 20 aniversario del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

La Cata del Vino además ha tenido este año un espíritu taurino con el homenaje a la figura del exmatador de toros Manuel Benítez El Cordobés, al cumplirse 50 años de la confirmación de su alternativa en la plaza de toros de las Ventas en Madrid. La moda también ha estado muy presente. En concreto, el pasado miércoles tuvo lugar un pase de modelos en el Patio Barroco de la Diputación sobre la evolución de la capa cordobesa, a cargo del diseñador Daniel Carrasco de Sevilla. La celebración de la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica también ha tenido su hueco en la cata con la celebración del día oficial del salmorejo, el pasado jueves.

A pesar de esta amplia programación y la gran afluencia de público, según la DOP, no se han producido incidencias reseñables y que las atenciones médicas han sido "mínimas".