Llegaron a Córdoba en época de bonanza económica y ahora son los primeros en notar los efectos de crisis que azota al país. Siete de cada diez inmigrantes con permiso de residencia en la provincia están en paro, según explicó ayer el secretario de Política Social y Migraciones de CCOO, Said Faz. La falta de empleo está dejando en una situación delicada a muchos extranjeros que, al no poder acreditar que tienen un puesto de trabajo, están perdiendo sus tarjetas de residencia, por lo que se ven obligados a volver a su país de origen. Este panorama, según el sindicato, está provocando que los inmigrantes "vuelvan a la situación de marginalidad" que sufrieron al llegar a España porque se ofrece una imagen negativa del inmigrante. Para regular esta situación, el Gobierno puso en marcha el Plan Retorno, que facilita el traslado de los extranjeros a su país, aunque en Córdoba sólo lo han solicitado cinco personas, según los datos que maneja el sindicato. En este sentido, Faz, dijo que se trata de una "política difícil de entender" ya que no garantiza que el trabajador pueda volver cuando pasen los tres años que establece el plan.

Faz también se refirió a la situación "crítica" que están sufriendo los inmigrantes que han llegado a algunos pueblos de la provincia como Montoro, Baena o Palma del Río para trabajar en las campañas agrícolas pero no han conseguido trabajo. El secretario de CCOO dijo que la culpa es de los empresarios, que "aún sabiendo que no había trabajo para ellos, han permitido que lleguen los contingentes" para que la mano de obra sea más barata. Faz aseguró que estos temporeros están sobreviviendo "gracias a la ayuda de las ONGs y otros colectivos" porque las Administraciones no tienen recursos para ellos.

En la actualidad hay un total de 21.894 extranjeros con permiso de residencia, la mayoría procedentes de Marruecos, Ecuador y Rumanía.