En concreto, en 2019 el Banco de Alimentos de Córdoba, en su programa denominado FEGA, repartió 1,3 millones de kilos de fruta y hortalizas, "logrando mantener y aún superar la media de dos camiones semanales", que a su vez fueron retirados por más de 80 entidades asistenciales y de beneficencia inscritas en este programa, según han informado desde la organización.

Los productos repartidos dependen de la estacionalidad y comprenden naranjas, tomates, pepinos, melones, berenjenas, cerezas, plátanos, lechugas, entre otros. "Todos ellos perfectamente calibrados y envasados, y, dado su carácter perecedero, son repartidos de inmediato entre las entidades asistenciales y de beneficencia inscritas en el Banco de Alimentos, quienes a su vez lo reparten entre sus beneficiarios", han explicado. Con este programa, el Banco de Alimentos "completa la riqueza de la dieta alimentaria con productos frescos que ofrece a sus más de 25.000 asistidos".

Los límites a este programa son las propias carencias de las entidades beneficiarias que, al carecer muchas de ellas de cámaras frigoríficas o al no poder mantener un sistema de transporte bisemanal durante todo el año, se ven forzadas a reducir las retiradas de frutas y hortalizas.

Los productos proceden de las principales cooperativas agrícolas de Almería, Murcia, Mérida o Lérida, y su trasporte en tráiler frigoríficos es sufragado con fondos de la Unión Europea. La supervisión de la calidad del producto es realizada por los servicios de la Junta de Andalucía.

En cuanto a los resultados de la Gran Recogida de Alimentos del 2019, el presidente de la organización, Carlos Eslava, ha informado de que aún se encuentran en proceso de clasificación de los productos y estiman que para los últimos días de enero puedan ofrecer las cifras.