Finanzas Intensa negociación en las oficinas centrales de BBK Bank Cajasur

BBK consigue cerrar en dos días el acuerdo laboral de Cajasur

  • Las medidas contemplan un recorte de plantilla de 668 empleados, de los que 428 deberán salir mediante prejubilaciones · La entidad vasca invertirá 42 millones de euros en el proceso de ajuste

Acuerdo laboral satisfactorio en Cajasur tras sólo dos días de negociación oficial. Los tres sindicatos con representación en el comité intercentros y los ejecutivos de BBK cerraron ayer el proceso tras dos jornadas intensos, pero que han terminado con un consenso absoluto entre las partes. Los representantes de los trabajadores -tanto Aspromonte como CCOO y UGT- señalaron tras la segunda reunión oficial de la mesa laboral celebrada ayer por la tarde que las condiciones pactadas son satisfactorias en líneas generales y que mantienen el convenio colectivo de las cajas de ahorros pese a que Cajasur, bajo su nuevo epígrafe, es un banco a todos los efectos. La cuantía dispuesta por la empresa para el recorte alcanza finalmente los 42 millones de euros, que se distribuyen en dos partes en las que se incluirá a 668 empleados de inicio. 36,5 millones de euros se dedicarán a la parte del león del acuerdo, que consiste en la reforma estructural de la plantilla y que contempla prejubilaciones y bajas incentivadas, y los 5,5 millones restantes serán para adoptar medidas de ahorro coyuntural como suspensiones temporales de contrato y reducciones de jornada. Las cifras son, por tanto, las mismas con las que se cerró la reunión lunes por la noche, pues ayer el día se dedicó a formalismos y a los últimos flecos propuestos de la respuesta de la parte empresarial. El seguimiento del proceso se realizará por una comisión paritaria de nueve personas por parte de forma proporcional a la representación.

Las prejubilaciones se convierten, como adelantó ayer este diario, en la medida estrella del acuerdo final. Habrá una oferta universal para las 428 personas que cumplen 56 años antes del 31 de diciembre de 2013. Es decir, afectarían a todos aquellos que cumplen 54 años en 2011. Uno de los objetivos es que este paquete fuera atractivo y por ello quienes resulten acogidos a la medida percibirán el 87% del salario neto en el momento de la prejubilación, a lo que se sumarán las aportaciones al plan de pensiones ya fijado y junto a una prima social lineal de 30.000 euros, que será el banderín de enganche para incentivar las prejubilaciones a quienes decidan adscribirse durante el periodo de adhesión. De modo extraoficial, representantes de los sindicatos comentaron ayer que gracias a esta prima social quienes se vayan prejubilados "apenas perderán poder adquisitivo, sobre todo aquellos que tengan más edad".

La otra parte del programa de ahorro coyuntural se sustancia en las bajas incentivadas, que están limitadas a un máximo de 130 solicitudes y van de la paga de 12 mensualidades a los empleados con hasta tres años de antigüedad hasta la aportación neta de 33 mensualidades a quienes lleven en la empresa más de 15 años. A esto hay que sumar una prima adicional de 3.000 euros en un pago que premiaría la adhesión voluntaria.

Los representantes sindicales coincidieron ayer en que las bajas incentivadas que se han planteado "son las mejores de todo el sector de las cajas". Y es que la clave de este programa reside en que surta efecto entre la plantilla para que su acogida sea notable de forma voluntaria, lo que evitaría medidas traumáticas de recorte de la masa salarial. Una de las dudas que quedan en el aire es qué pasará si finalmente no hay trabajadores que quieran acogerse a las bajas voluntarias. ¿Cómo se acometería ese recorte? De momento, se confía en que la propuesta tendrá éxito, pero en realidad no hay nada pactado si no funciona.

La segunda fase de los acuerdos firmados ayer se refiere a las medidas de ahorro coyunturales. ¿Qué hay bajo esta terminología? Muy sencillo, se trata de estrategias de ajuste pensadas para ser aplicadas durante la crisis y hasta que la nueva Cajasur remonte el vuelo y se recupere de su bache financiero. Este epígrafe contempla suspensiones de contrato temporales compensadas y reducciones de jornada. Las suspensiones de contrato se han limitado a 110 solicitudes y tendrán una duración de cuatro años, en los que se abonará al trabajador que decida acogerse a la medida el 25% de su salario bruto en el momento de la suspensión. Además, el empleado que asuma la propuesta también se llevará 3.000 euros de prima adicional a la voluntariedad. En cuanto a las reducciones de jornada, también durarán cuatro años. Quien se acoja a las mismas cobrará el 60% del salario si se queda a media jornada y el 80% de su sueldo si la reducción es del 25%.

Aparte de las medidas de recorte puro y duro, el nuevo acuerdo laboral de Cajasur contempla una serie de garantías en caso de movilidad geográfica, ya que con la reestructuración de la plantilla, presumiblemente, habrá un buen número de empleados que cambiarán de puesto de trabajo. Es más, esta orden esta limitada en aquellos supuestos en los que se produzca cierre de oficinas o reestructuración de los servicios centrales -que a buen seguro se adelgazarán- y no sea viable la reubicación del empleado en otro centro de trabajo situado en un radio de 25 kilómetros.

Las horquillas que se contemplan por movilidad oscilan entre los 10.000 euros para desplazamientos de entre 75 y 150 kilómetros y los 25.000 para distancias de más de 250 kilómetros. Además, esta parte del acuerdo contempla préstamos de acceso a primera vivienda, preavisos y una regulación del retorno al lugar de origen. Otro de los pactos alcanzados se refería a la paga del 31 de octubre. La empresa señaló que se dialogará si se volverá a percibir en función de ratios de rentabilidad de Cajasur en el futuro.

Si el acuerdo alcanzado ayer resulta mejor o peor que el que se planteaba con Unicaja es la pregunta del millón. Ni CCOO ni UGT quisieron realizar valoraciones al respecto. Aspromonte, como era de esperar, dijo que era mejor. Pero las circunstancias han cambiado y es evidente que en el apartado de prejubilaciones mejora sustancialmente al de la caja malagueña. En resto, hay muchos parámetros parecidos. Pero habría que plantearse con qué acuerdo de Unicaja se compara lo firmado ayer, con el plan de ahorro de costes de Boston Group o con el que in extremis se acordó aunque no se rubricó el 21 de mayo justo antes de que finalizará el consejo de administración de Cajasur, que finalmente fue intervenida.

Las valoraciones generales de los sindicatos rezumaban satisfacción. Para Antonio Cuesta, de Aspromonte, el plan "es mucho más positivo que el de Unicaja". Cuesta valoró que la negociación se ha cerrado de acuerdo con los pactos que se están alcanzando en el resto del sector de las cajas y eso es "muy positivo". José Rafael Navarro , de CCOO, manifestó que se trata de "un buen acuerdo", si bien señaló que no llega a los márgenes que establecía este sindicato. En cualquier caso, Navarro precisó que se trata de un pacto que se inicia, y ahora "habrá que ver cómo evolucionan los acuerdos y velar por que se cumplan". El representante de CCOO manifestó además que muchas de las cláusulas pactadas se tendrán que revisar en determinados plazos. Para Antonio Bueno, representante de UGT en el comité intercentros, se trata de un acuerdo satisfactorio que "llega tras una negociación maratoniana". Bueno, que no quiso entrar en si este plan rubricado ayer era mejor o peor que el que en su día se negoció con la entidad malagueña Unicaja, se limitó a reseñar que "es un acuerdo atractivo". Por tanto, felicidad general.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios