Con Sastisfaction de los Rolling Stones de fondo, Juana Martín arrancó ayer su desfile en Cibeles, donde mostró su particular visión de la moda de las décadas de los 60, 70, 80 y 90. Su fusión de estilos logró una brillante armonía entre el clasicismo y la vanguardia, con formas geométricas muy femeninas y colores oscuros como el azul marino y el negro, el leit motive de sus últimas colecciones. Su puesta en escena volvió a cosechar los éxitos de un público y una crítica entregada a las creaciones de esta joven diseñadora cordobesa, que debutó por primera vez en Madrid hace cuatro años y que ya se ha convertido en una de las grandes promesas de la moda española.

Una edición más, Juana Martín estuvo arropada por representantes políticos como la alcaldesa, Rosa Aguilar o la diputada socialista, Carmen Calvo, así como por rostros conocidos como el empresario teatral Enrique Cornejo o la actriz Mónica Hoyos.

La creadora cordobesa, que cerró la sesión matinal de la última jornada de Cibeles, propuso una mirada renovada al pasado, con una moda vintage muy personalizada. Su colección para el Otoño-Invierno 2009-2010, propone tonos oscuros, salvo por un toque de color reservado para las prendas más sofisticadas, más nocturnas. Formas geométricas que resaltan la elegancia de la feminidad y formas hechas para una mujer moderna y amante de la moda fueron dos de las señas de identidad de la colección. "Creo que ha salido bien, aunque soy muy exigente y quizás mi criterio no sea el mejor para valorar el desfile", reconocía ayer una Juana Martín exhausta después de las prisas, los nervios y los últimos retoques de la puesta en escena.

Además de su reconocida genialidad para dar vida a los volantes, el éxito de Juana Martín reside en el dominio que hace de los tejidos. Para esta ocasión, el punto y la lana ocupan un lugar privilegiado. De hecho, la creadora ha recurrido a un tejido muy especial, donde los efectos agua y brillo dan un sello muy especial a la colección.