Entrevista al presidente de la Diputación

Antonio Ruiz: "En Córdoba estamos a tiempo de combatir la despoblación sin dramatismo"

  • "Cuando destinas más de 50 millones a inversiones, no se puede hablar de marketing”

  • "La relación con IU es de absoluta lealtad, las diferencias políticas se ven en las mociones”

  • "Ambrosio ejerce la responsabilidad que le ha marcado la ciudadanía, ser jefa de la oposición"

Antonio Ruiz, en el palacio de la Merced.

Antonio Ruiz, en el palacio de la Merced. / Juan Ayala

Antonio Ruiz (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1970) afronta su segundo mandato como presidente de la Diputación de Córdoba tras un largo año en el que, como secretario provincial del PSOE, ha tenido además que gestionar cuatro procesos electorales. Aprobado con comodidad el primer presupuesto de la nueva etapa, de nuevo de la mano de IU en el palacio de la Merced, llega ahora el momento de la gestión.

–¿Qué ha querido que cambie en esta nuevo mandato?

–En 2015, cuando tomé posesión por primera vez, veníamos de una etapa con distinto signo político y era natural que existieran diferencias en la gestión. Desde el principio planteé que la Diputación fuese la gran aliada de los ayuntamientos, que hiciésemos un esfuerzo inversor notable porque las arcas municipales todavía padecían la rigurosidad de la crisis económica. Así lo hicimos en el anterior mandato, y destinamos más de 200 millones de euros. Ahora lógicamente queremos mantener el esfuerzo inversor, pero además queremos dar respuesta a una realidad muy actual, como el despoblamiento, y que la globalización sea realmente global, es decir, que la revolución tecnológica sea para todos y no haya zonas de sombra.

–El problema de la pérdida de población ya existía en el anterior mandato. ¿Por qué ahora?

–En Córdoba, aún no es un problema dramático, aunque sí es una realidad la pérdida de población en el mundo rural. Esto no es Huesca, por ejemplo, donde hay municipios con 10 ó 15 habitantes. Pero hay que debatirlo porque estamos a tiempo de poner las medidas necesarias para combatirlo sin el dramatismo de otras zonas.

–¿Se va a crear esa oficina o departamento contra la despoblación, como demanda el PP?

–Hemos creado un comisionado para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tienen mucho que ver. Las políticas contra la despoblación serán transversales. Por eso, en el presupuesto de 2020 se incluyen planes que en total suman 26 millones de euros para actuar directamente contra la despoblación. Hemos cogido actuaciones que ya realizábamos, hemos incrementado el presupuesto y las hemos unificado para que de manera coordinada actúen sobre las cuestiones que inciden en la pérdida de población.

–¿No es un mero plan de marketing, como ha advertido la portavoz del PP, María Luisa Ceballos?

–Cuando destinas más de 50 millones de euros a inversiones, una cantidad récord, no se puede hablar de marketing. Las partidas, además, van a estar disponibles desde primeros de enero, porque el presupuesto se ha aprobado como ya es marca de este equipo de gobierno. Ahora se trata de que seamos capaces de ejecutar lo previsto. Y ahí también nos avala la experiencia. Somos el equipo de gobierno que ha tenido mayores niveles de ejecución histórica en la Diputación, y por tanto vamos a ser capaces de desarrollar esas políticas. El marketing es hablar de las cosas y no actuar, o cuando tienes responsabilidad para hacerlo y no lo haces.

–¿Cómo definiría a su actual equipo de gobierno?

–Representamos a todas las comarcas, combinamos experiencia de alcaldes y alcaldesas con el impulso de la juventud de concejales y concejales. Somos, además, dos fuerzas políticas, PSOE e IU, cuyo pacto en el mandato anterior funcionó a la perfección. Confío en que en este mandato el entendimiento continuará igual, porque lo hacemos en base a unas líneas programáticas muy concretas que se centran en la inversión en los municipios, las políticas sociales y la participación ciudadana.

–Hay críticas dentro de IU que ven a su grupo como una comparsa del PSOE. ¿Cómo definiría ese equilibrio?

–En el mandato pasado se vio cómo es la relación y la coordinación. En cuanto a la gestión, es de absoluta lealtad por parte de ambas fuerzas y conforme a una hoja de ruta muy bien definida. Pero luego existen diferencias notables en cuestiones políticas, con mociones que hemos votado de manera diferente, y ahí respetamos nuestra autonomía. La estabilidad es un valor no muy frecuente, pero que es fundamental, por ejemplo, para tener un presupuesto aprobado en diciembre y para asegurar que se ejecuta en un 80%.

–En el último Pleno, el portavoz de IU, Francisco Ángel Sánchez, se quejaba de que el Consejo de Alcaldes que recuperaron en el anterior mandato sigue sin tener importancia. ¿Le va a otorgar más representatividad?

–Siempre hay que ser autocríticos, pero en este caso no comparto esa visión. El Consejo de Alcaldes se reúne en las ocasiones que determina su reglamente, y en el caso de los presupuestos ha tenido acceso a las cuentas el mismo día que la oposición, es decir, con tiempo suficiente para hacer sus propuestas. El Consejo de Alcaldes no debe ser un contrapunto al gobierno provincial. Si sus propuestas fuesen vinculantes, le estaríamos quitando el sentido al plenario.

–Han cambiado también los rostros en la oposición. ¿Cómo es ahora la relación con el PP, después de la crispación del final del anterior mandato?

–A veces las relaciones tienen que ver mucho con lo personal. La portavoz del PP es alcaldesa y yo soy alcalde, y eso da cierta impronta y capacidad de comprensión, de empatía. En ese sentido, valoro muy bien la relación, aunque lógicamente tenemos muchas diferencias en cuanto a cómo se gestiona la Diputación. Por lo demás, es una relación positiva, y eso puede resultar productivo.

–En la anterior etapa, llegaron los nuevos partidos a la Diputación. Cs se mantiene y ahora también está Vox. ¿Qué están aportando?

–El multipartidismo, al final, se traduce en dos bloques políticos. Aquí hemos visto al principio cómo votaban juntos PP, Cs y Vox, y luego tras las elecciones de noviembre surgieron diferencias. Al final quedan la derecha de siempre y la izquierda tradicional.

–La diputada de Hacienda, Felisa Cañete, incluso se congratuló por que Vox hubiera votado en contra del presupuesto...

–Claro, es que escuchando sus argumentos es muy difícil no decir que efectivamente no podemos ir juntos. Hablan de no mantener políticas contra la violencia de género en la Diputación, de que se anule la delegación de Memoria Democrática. No podemos estar más en desacuerdo con la ultraderecha, y por tanto es lógico que eso se traduzca en situaciones políticas completamente distintas.

–¿Cómo ha sido su camino para repetir en la Presidencia, después de las voces discordantes que surgieron en el PSOE?

–Mi camino ha sido de trabajo siempre, de intentar entender a todas las partes, de volcarme en unas elecciones municipales que han sido también complicadas en toda la provincia pero que el PSOE ganó con rotundidad. Y luego, en lo interno, al final cada uno defiende determinadas posturas pero a todos nos une un objetivo común, que es el desarrollo de esta provincia desde un punto de vista progresista y socialista. Y ahí, aunque hubiese distintas voces, al final se acordó por mayoría que yo era el candidato elegido. Siempre he estado a disposición de mi partido; nunca he pedido nada.

–¿En algún momento se llegó a ver fuera de la Presidencia?

–Lo veo de forma distintas. En ningún momento consideraba que tuviese que repetir por repetir. Simplemente, era una opción para continuar el trabajo que se había realizado durante el pasado mandato, creo que importante y positivo. Y alcaldes y alcaldesas de todos los signos lo admiten en privado.

–¿Cómo ha cambiado la Diputación en estos cuatro años?

–La Diputación ha ganado mucho en transparencia, lo dicen los ranking oficiales. Los trabajadores, siempre con sus matices, ejercen su labor de manera cómoda. Y los alcaldes y alcaldesas tienen las puertas abiertas siempre. Es una Diputación volcada literalmente con los ayuntamientos, y atenta a las necesidades y las realidades actuales de la provincia.

–A veces da la sensación de que las proposiciones que se aprueban en el Pleno quedan guardadas en los cajones y no se llevan al plano de la realidad.

–Hay que tener en cuenta que los acuerdos de las mociones no tienen un carácter absolutamente vinculante, y, además, más del 90% tienen que ver con asuntos que no son competencia de la Diputación y que, además, no son exclusivos de esta provincia. Las administraciones locales somos también Estado, y como tal estamos abiertos a todos los debates.

–Como secretario provincial del PSOE, ¿se han enterrado ya las hachas de guerra internas en el partido?

–Nunca he enterrado ni desenterrado ningún hacha de guerra, porque soy de la convicción de que cualquier militante de este partido en cualquier proceso congresual puede avalar a cualquier candidato que se presente, todos con la misma legitimidad. Una vez que termina el proceso, aquel candidato que ha sido vencedor se convierte en secretario de todos los militantes. Por eso considero que Pedro Sánchez es secretario general de todos. Y que Susana Díaz es la secretaria general de todos los militantes andaluces. Los debates que van más allá de un congreso no tienen sentido y solo dañan al partido.

–¿Cómo es la salud del partido en Córdoba?

–Si la medimos en militancia, es importante, con una base social notable de votantes. La actual comisión ejecutiva provincial tiene en su haber que el PSOE se haya convertido en la fuerza mayoritaria elegida por los cordobeses en todas las elecciones celebradas.

El presidente de la Diputación, en un momento de la entrevista. El presidente de la Diputación, en un momento de la entrevista.

El presidente de la Diputación, en un momento de la entrevista. / Juan Ayala

–¿Cómo va a afrontar su partido la sentencia de los ERE en el ámbito andaluz?

–El PSOE sigue teniendo un papel absolutamente crucial en Andalucía, donde ganamos las últimas elecciones y somos el grupo parlamentario mayoritario. Solo un acuerdo entre la derecha y la ultraderecha ha podido evitar que quien ganó las elecciones gobierne. El acuerdo ya lo está pagando a nivel electoral el PP en Andalucía, que ha visto cómo Vox le ha ganado en cuatro provincias, y Cs se ha derrumbado. Respecto al caso de los ERE, respetamos la sentencia, aunque aún no es firme y tiene sus recursos. Las personas implicadas asumieron hace mucho las responsabilidades políticas por estas cuestiones, y me parece absolutamente fuera de sentido intentar culpar a personas que en aquel momento empezaban en política, como Susana Díaz, que entonces terminaba la Universidad.

–¿Dónde está el PSOE en Córdoba capital? ¿Dónde está Isabel Ambrosio?

–Isabel Ambrosio es la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, y ejerce la responsabilidad que le ha marcado la ciudadanía, que es ser la jefa de la oposición de un cogobierno que solo hace política de foto y de marketing.

–¿No se la ve un poco perdida a Isabel Ambrosio?

–Lo único que ocurre es que, cuando pasas de ser alcaldesa a portavoz en la posición, hay un cambio evidente de responsabilidad.

–¿Le incomoda el acercamiento a ERC o a Bildu por parte del PSOE de Pedro Sánchez?

–Hubiese preferido un Gobierno de Pedro Sánchez, que es quien ha ganado las elecciones en España con rotundidad por segunda vez, y que el resto de fuerzas constitucionalistas hubiesen aceptado la victoria y hubiesen respaldado la investidura. Lamentablemente no ha sido así. La única posibilidad que queda es hablar con el resto de fuerzas políticas.

–¿Algún deseo para 2020?

–Tenemos una provincia maravillosa, con muchísimas posibilidades y distintas realidades que son motor de desarrollo. Espero que 2020 venga cargado de buenas noticias para Córdoba y, para todos los cordobeses, que el año llegue cargado de salud y armonía.

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