Ilya ShPurov. presidente de krasfarma

"Andalucía tendrá con Krasfarma las mejores medicinas al precio más bajo"

  • Ha elegido Córdoba para ubicar un proyecto a nivel mundial de fabricación de medicamentos genéricos y de nanovacunas contra el cáncer, en el que su grupo invertirá 26 millones de euros

"Andalucía tendrá con Krasfarma las mejores medicinas  al precio más bajo"

"Andalucía tendrá con Krasfarma las mejores medicinas al precio más bajo"

Ilya Shpurov espera que a la segunda sea la vencida. Tras la frustrada compra de Laboratorios Pérez Giménez por Krasfarma, insiste en que "para seguir con nuestra estrategia de ampliación a nivel mundial tenemos que encontrar otra oportunidad de aterrizar en España y seguimos insistiendo en Córdoba porque para nosotros es el lugar ideal".

-¿Qué lleva a un gigante mundial del sector farmacéutico como es el grupo Krasfarma a insistir en instalarse en Córdoba?

Tras visitar las instalaciones del Imibic he decidido empezar a traer proyectos ya para desarrollar en ese centro"

-Bueno, la decisión de instalarnos en España no es casual. Es fruto de un estudio que realizó el grupo en 2011. Ese estudio reveló que España es uno de los mejores países, junto con Italia, para entrar en el mercado europeo y en el de América Latina y de ahí en el mercado mundial. Países como Alemania y Francia, por ejemplo, tienen mercados más difíciles para entrar y mucho más competitivos. Luego surgió la posibilidad de instalarse en Córdoba optando al concurso de compra de Laboratorios Pérez Giménez e independientemente del resultado de ese concurso, con Pérez Giménez adjudicado a otra empresa, la decisión de seguir en Córdoba continuó siendo firme.

-¿Qué ventajas encuentra en esta ciudad para esa ubicación?

-Córdoba es el lugar ideal para instalarse por su logística médica y de investigación, con un gran hospital, con una de las mejores universidades, con el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic)... Además, Córdoba tiene muy cerca a Málaga, Granada y Sevilla, donde también están ubicadas importantes empresas relacionadas con el sector.

-¿Cómo ha presentado estos días su grupo a las instituciones?

-Que Krasfarma es mucho más que una empresa farmacéutica. En Krasfarma no sólo nos dedicamos a la elaboración de medicamentos genéricos de uso diario y hospitalarios, principalmente antibióticos, de alta calidad, que fabricamos en nuestras instalaciones, totalmente renovadas gracias a un proyecto de una empresa checa con estándar GMI mundial, con la tecnología más avanzada. Otro de los campos importantes de nuestra actividad es el desarrollo de tecnología para nuevos medicamentos y de tratamientos de distintas enfermedades, algo que contiene una dosis muy importante de investigación.

-O sea, que su grupo es mucho más que una farmacéutica rusa.

-De hecho, tenemos sedes en varios países. Estamos en Estados Unidos, en Irlanda, en China y, obviamente, en mi país, Rusia, donde tenemos cuatro sedes. Insisto, no somos sólo una empresa dedicada al sector farmacéutico. Ahora, por ejemplo, hemos firmado un convenio con el Ministerio de Sanidad ruso para la construcción de un centro de tratamiento con ciclotrones, con rayos de protones que pueden tratar un cáncer con el mínimo daño al cuerpo humano, acabando sólo con las células cancerígenas. El centro funcionará con dinero público. Esta tecnología también puede ser muy interesante de traer a Córdoba. El grupo tiene un nivel de facturación de unos 80 millones de euros anuales, de los que el 75% pertenece al campo farmacéutico, y el resto a actividades de química fina, de medicina nuclear. Toda esa experiencia acumulada, Krasfarma la puede traer a Córdoba sin que tengan que pasar meses o años.

-¿Qué quiere decir con ello?

-Mire, tras visitar las instalaciones del Imibic y ver cómo se trabaja en ese complejo, ya pienso en proyectos que desarrollar en él sin esperar a terminar la construcción de la fábrica. Serán caminos paralelos.

-Veo que está satisfecho de cómo se le ha recibido en Córdoba

-Lo primero que tengo que decir es que la acogida del proyecto ha sido fantástica, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Universidad, la Subdelegación... Todas las instituciones nos han escuchado. Y la primera consecuencia de ese gran acogimiento unánime es que he tomado la decisión de echar a andar la Fundación Krasfarma ya y no esperar al próximo mes de junio, como tenía planteado. En paralelo con la construcción de la fábrica en Rabanales 21, empezaremos a constituir la fundación y empezaremos a traer determinados proyectos para desarrollar aquí. Para ello, estudiaremos qué instrumental hay en el Imibic, qué linea de la investigación que se está desarrollando en el grupo nos podemos traer y qué nuevas lineas de innovación e investigación podemos llevar a cabo.

-Tengo entendido que ahora se marcha a la República Checa para ultimar los detalles de su futura planta de Rabanales 21.

-No es un proyecto que esté en el aire, ya sabemos incluso qué tipo de parcela elegir para instalarlo. Sí, parto para Praga, donde está ubicada nuestra empresa de ingeniería, que realiza todos nuestros proyectos con estándares de nivel mundial. Voy a la República Checa a encargar el proyecto ya sobre la parcela concreta.

-¿Qué plazos se ha fijado para tener esta iniciativa en marcha?

-La idea es comenzar a elaborar el proyecto en marzo e iniciar las obras en otoño de este mismo año para terminarlas en torno a febrero de 2019. Tras la incorporación de los bienes de equipo, estamos hablando de empezar la producción en torno a las navidades de 2019.

-Desde su punto de vista, ¿qué ocurrió en el asunto de los Laboratorios Pérez Giménez?

-Quisimos comprar Pérez Giménez y, estudiados con atención todos los documentos del concurso, valoramos el precio que supondría la adquisición y recuperar su capacidad de fabricación. Desde nuestro punto de vista Pérez Giménez es un laboratorio muy bien construido pero muy mal planeado desde el principio, porque en caso de haberlo comprado hubiéramos tenido que invertir mucho para cambiar su distribución, para adaptarlo a nuestras necesidades. Hace unos tres años pensamos que sería más fácil construir una fábrica desde cero, pero el laboratorio todavía tenía licencia de fabricación de medicamentos y esto nos ahorraba tiempo, porque, por ejemplo, cuando terminemos nuestra fábrica el año que viene tendremos que dar un plazo para pasar la inspección de licencia GMI europea. Cuando entramos en el concurso por Pérez Giménez había contratos de trabajadores, había licencias de medicamentos... Es ahorro de tiempo, nada más, pero no era el mejor tipo de inversión.

-Ustedes estaban entonces dispuestos a asumir a los extrabajadores de Pérez Giménez. ¿Siguen pensando así?

-Considero que los extrabajadores de Pérez Giménez son únicos y están ya formados para este tipo de negocio. Y para nosotros fue una razón esencial a la hora de optar al concurso, y otra fue que la fábrica ya tuvo empleados preparados con experiencia en el sector ; en este caso podemos meter nuestros gestores de negocio y poner la fábrica en marcha sin necesidad de formar al personal. Puedo garantizar que una vez que tengamos el proyecto en marcha y necesitemos especialistas formados para la fabricación farmacéutica seguramente vamos a buscar para ello a los extrabajadores de Pérez Giménez. Durante todo el concurso nos hemos reunido varias veces con los extrabajadores y les hemos prometido que los emplearíamos si nos adjudicaban la compra de Pérez Giménez. Si alguno de ellos está libre para que lo podamos contratar, lo haremos con placer, sin duda alguna. Es una de las obligaciones que trajimos en su día a Córdoba y nosotros siempre cumplimos nuestra palabra.

-Le he oído comentar que la ubicación de Krasfarma en Córdoba puede suponer un efecto tractor para la llegada de más capital inversor a Córdoba y a Andalucía.

-Creo que el apoyo que nos han dispensado las instituciones cordobesas no es sólo a Krasfarma. A través de Krasfarma están apoyando a todo un sector estratégico, por lo que creo que el hecho de que nosotros nos instalemos aquí va a provocar una sinergia muy importante y la apuesta de Córdoba parece muy decidida por un sector que es muy estratégico, muy tecnológico y muy avanzado, del que forma parte nuestra empresa. Nuestra visita presentando el proyecto ha sido enormemente satisfactoria para las dos partes y creo que ha sido un comienzo realmente prometedor.

-Lo digo porque, por ejemplo, Krasfarma, con su instalación en Córdoba, sigue los pasos de la empresa Umirs, que dirige en la ciudad desde hace unos años también a nivel nacional Vladimir Savenkok, uno de los que serán sus hombres aquí en España

-Cierto. Vladimir es otro empresario ruso que lleva implantado en Córdoba un tiempo con una empresa más pequeña dedicada a la seguridad y que ha generado la sinergia que ha hecho que al final Krasfarma venga. Se están empezando a ver líneas de negocio, de agenda, de trabajo cruzado entre empresarios de allí y empresarios de aquí, con movimientos tentativos de relaciones y también con la participación de la cónsul honoraria de la federación rusa en Andalucía. Hay ahora un caldo de cultivo y a raíz de todos estos movimientos nos están llegando señales importantes de la calidad de la tracción sobre capital de origen ruso que está buscando alternativas al Brexit, porque hay mucha gente de la federación rusa que puso su dinero en el Reino Unido y que ahora mismo está buscando alternativas de inversión. Es gente que necesita un espacio de seguridad jurídica, donde invertir sea fácil, donde la burocracia se agilice, donde se puedan te ner agendas como la que he tenido yo durante dos días en Córdoba, donde las cosas sean claras, directas y se vaya al centro de las cuestiones y de las competencias de cada cual. No me cabe duda de que esto va a tener un efecto de tracción sobre todo ese ecosistema de inversores que están buscando alternativas al Brexit o incluso alternativas a problemas parecidos que tenemos más cerca. Sabemos que eso está ahí y que se va a concretar a medio plazo, porque al final, cuando las cosas suceden de manera fluida y hay facilidades, la interlocución es correcta y el puzle institucional cuadra y empuja, las personas que venimos a invertir de fuera vemos eso tan claramente como lo ha visto, por ejemplo, Vladimir. Ese es el mejor mensaje y misión comercial que se puede hacer. Y a nosotros esas señales, ese efecto tracción, nos está llegando de forma nítida y vamos a ser proactivos y a empezar a lanzar hilos para que estas señales no se queden sólo como un mensaje que lanzas en una botella y no sabes adonde va a llegar.

-Ha dejado claro que Córdoba y Andalucía se beneficiarán de la labor investigadora e innovadora de Krasfarma, pero ¿cómo se beneficiarán en lo que respecta a la producción farmacéutica?

-Nosotros queremos ubicar nuestro punto de negocio a nivel europeo y mundial aquí, algo que es firme y estamos ya en el camino, pero por otra parte para entender mejor lo que va a suponer hay que dar más detalles de ese proyecto en el que las instalaciones que se van a construir en Rabanales 21 fabricarán medicamentos de uso diario, principalmente para uso hospitalario, de hospitales públicos, con recetas. De momento, Andalucía no tiene ningún fabricante propio de este tipo de sustancias y compra de otras regiones o del extranjero. Como empresa ubicada en Córdoba pondremos toda nuestra fuerza para que Andalucía pueda conseguir los mejores medicamentos al precio más bajo posible. Esta es una promesa a mejorar. Pero con la fabricación de medicamentos iremos mucho más allá.

-¿En qué sentido?

-El edificio que vamos a construir en Rabanales 21, además de una fábrica de medicamentos tradicionales, tendrá un laboratorio de nanovacunas, que es una tecnología desarrollada por Krasfarma, patentada por el grupo Krasfarma, que está ahora mismo en fase de pruebas clínicas para el tratamiento del cáncer y de enfermedades raras. La fabricación de esa molécula la queremos llevar a cabo en Córdoba para todo el mundo. Estamos hablando de que en dos o tres años podemos conseguir una facturación de producto farmacéutico común de entre 15 y 25 de millones de euros anuales, pero es muy difícil por ahora saber la facturación que van a traer consigo las nanovacunas.

-Tengo entendido que con la fundación trabajarán también en la recuperación de talento.

-La cartera de proyectos de la fundación, entre la que se encuentra la recuperación del talento cordobés que un día se marchó a otras tierras, será muy amplia, tan amplia que si hablamos uno a uno de esos proyectos nos llevaría todo el día. Uno de ellos es un tratamiento genético nuclear contra el cáncer, otro, por ejemplo, parece un sueño, la iluminación nocturna a través de plantas vegetales que serán modificadas genéticamente... La fundación, que crearemos en paralelo con la construcción de la planta, va a propiciar traer a Córdoba parte del I+D+i del grupo para desarrollarlo con la Universidad, además de que nos permitirá retener talento desde ya, trabajar en la obra social desde ya y empezar a tener acción en cuestiones formativas desde ya. Las relaciones con la ciudad están a un nivel que nos va a permitir empezar a programar esos campos, insisto, al mismo tiempo que construimos la obra civil en las instalaciones de Rabanales 21.

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