Las autoridades advirtieron ayer de que Córdoba está de nuevo en alerta amarilla, el proceso establecido por la Administración ante la subida de las temperaturas. Dicha decisión implica que, aunque el termómetro no haya rozado aún su punto más alto, se espera que sigan en aumento, según informó ayer la Agencia Estatal de Metereología (Aemet).

Según los expertos, se alcanzarán unas temperaturas máximas de 38 grados. El informe de la agencia estatal revela que al menos hasta mañana se mantendrá el estado de alerta amarilla tanto en la capital cordobesa como en toda la zona de la campiña. Sin embargo, el resto de provincias andaluzas se encuentran en estos momentos en una situación sin demasiado riesgo .

En paralelo a las advertencias de los meteorólogos, se está desarrollando el Plan Andaluz de Prevención Contra los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, que coordinan la Junta de Andalucía y el Ministerio de Sanidad y Consumo con el objeto de prevenir los problemas de salud de las personas más sensibles al incremento de las temperaturas.

Las medidas se centran especialmente en aquellos colectivos que se consideran de alto riesgo por la Junta como es el caso de las personas mayores de 65 años, que viven solas o cuya vivienda no dispone de medios adecuados para la refrigeración. Se atiende también a lactantes y menores de cuatro años, enfermos cardiovasculares, con problemas respiratorios o mentales, diabéticos y aquellos que sufren problemas de obesidad o dificultades de adaptación al calor. Los servicios asistenciales y sanitarios realizan un seguimiento telefónico a todos estos grupos de población.