Cómics

La huida

  • En 'El mar muerto', segundo volumen de 'Ascender', Andy y Mila, separados por las circunstancias, se van a enfrentar a mil y una vicisitudes

Detalle de la portada.

Detalle de la portada.

Y es que la pequeña Mila, como ya vimos en el final del anterior volumen, piensa que su padre ha muerto ahogado.

Nada más lejos de la verdad, ya que éste es rescatado in extremis y puesto a disposición de los sanguinarios seguidores de Madre, para convertirlo en el alimento más preciado por sus huestes, los vampiros…

Mientras, una nave surca el mar. En ella, la ex capitana Telsa, junto a su fiel Helda y la pequeña Mila van a comprobar por sí mismas que el peligro no ha sido dejado atrás, en la costa, ya que de las profundidades surge una amenaza que les va a causar más de un problema.

En toda buena obra de ficción que se precie, el papel de los secundarios es esencial, y sus historias individuales nos van a ir dando pistas de lo que ha sucedido en el pasado. En el caso particular de Ascender es muy importante, ya que poco o nada sabemos de lo que ocurrió tras el segundo ataque de los Titanes, esos colosales robots que borraron del mapa a casi todos los planetas, y sus habitantes, que formaron parte del CGU.

Pues bien, sabremos de primera mano qué le ocurrió a Telsa, como conoció a Helda, con la que mantiene una estrecha relación. Pero eso no será todo, ya que otro de los personajes importantes en esta secuela de la exitosa Descender es Madre, la líder de los chupasangre, una mujer con temibles poderes que proceden de la magia.

Sin daros muchas pistas, os comento que tras un suceso inesperado, esta mujer debe trasladarse al lugar donde emana su verdadero poder. Una vez allí, desesperada, sabrá que algo terrible ha acontecido y se va a dar de bruces con el pasado, en concreto con alguien que viene a rendir cuentas con ella.

¿Y qué ocurre con Andy, el padre de Mila? Pues parece que el universo de esta historia no es tan amplio como parecía, ya que cuando piensa que todo está perdido y va a perecer entre los colmillos de uno de sus captores, aparece lo inesperado. Alguien que fue lo más importante en su vida, pero que ahora ha cambiado peligrosamente. Aunque, quién sabe, tal vez ella sea la llave que le dé la libertad.

No me canso de repetir una y otra vez lo fértil de la imaginación del creador y guionista de esta saga, el canadiense Jeff Lemire, que poco a poco nos va introduciendo de nuevo en este universo que ya nos cautivó en Descender. Y con esa misma habilidad, nos muestra que ha sido de los protagonistas de ésta, a los que creíamos desaparecidos para siempre y que, poco a poco, se van incorporando al relato, dándonos la inesperada sorpresa. Atención al final de este tomo, y el regreso de uno de ellos.

Junto a Lemire, como no podía ser de otra manera, las impresionantes páginas de Dustin Nguyen, con un trazo más suelto si cabe y unos colores únicos, demostrando que es capaz de recrear en el papel todos los lugares y seres que Lemire le propone.

Cada vez más separados por la distancia, nos queda la incógnita sobre si los protagonistas podrán volver a reunirse. Lo que sí está claro es que aún les quedan muchas aventuras por vivir. Eso sí, perseguidos por la amenaza de la horda vampírica, que a toda costa, bajo las órdenes de su líder, quieren hacerse con la información que uno de ellos posee.

Un argumento que te engancha, más unos personajes con carisma, y todo ello plasmado con gran talento en las viñetas, dan como resultado un cómic de ciencia ficción y fantasía que no te puedes perder.

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