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La aristocracia venida a menos

  • 'Pascual, criado leal' (1953), de Ángel Nadal, es una serie de historietas cómicas sobre un mayordomo y su amo que debutó en el semanario 'Pulgarcito' nº 1.139 de Editorial Bruguera

Una imagen de 'Pascual, criado leal'.

Una imagen de 'Pascual, criado leal'.

En la España de posguerra, donde los tebeos contribuyeron a formar el imaginario colectivo, las revistas de la Editorial Bruguera elaboraron una crónica extraoficial y sarcástica de la época.

En los años 50, en la sociedad española circulaban bastantes ejemplos de aristócratas venidos a menos que intentaban aparentar un rango y fortuna que estaban lejos de disfrutar. Esta situación se ve reflejada en la serie de historietas Pascual, criado leal creada por Ángel Nadal para el semanario Pulgarcito nº 1139, en 1953. Se serió también en la revista Din Dan.

Pascual, criado leal está protagonizada por un mayordomo y su señor, Don Acisclo, un noble arruinado hasta tal punto que los dos protagonistas residen en un lujoso chalet de dos plantas, pero más adelante se mudan a un modesto pisito. Don Acisclo llega incluso a trabajar, aunque en empleos de señorito.

Don Acisclo es un hombre bajito, con bigote y pelo muy bien cuidados. Lleva un monóculo, símbolo de la aristocracia. Don Acisclo es envidioso, tacaño, y malhumorado; le gusta rodearse de personas de su misma clase social, en la que las apariencias son lo más relevante.

Pascual es un criado calvo, con patillas, y grandullón. Va ataviado con el clásico uniforme de mayordomo y luce corbata y bombín cuando sale a la calle. Guarda las formas como criado servicial, pero se aprovecha en algunas historias del carácter superficial de su señor.

Pascual, criado leal destaca por el efecto cómico que produce la diferencia de volumen entre amo y criado. También porque, por mucho que lleguen a enfadarse entre ellos, forman una pareja indisoluble, aunque siempre con el señor mostrando su superioridad ante Pascual, que en ocasiones incluso lleva en brazos a su amo.

Ángel Nadal Quirch (Barcelona, 1930-2016) publicó sus primeras historietas con 14 años y a los 18 debutó en Bruguera. Allí trabajó al lado de Escobar, Jorge, Peñarroya y Cifré, integrantes de la primera generación de dibujantes de la editorial, aunque por edad y afinidad se adscribe a la segunda generación, la del 57, con Vázquez, Figueras, Ibáñez, Gin y Raf.

En 1946 publicó los cuadernos de aventuras Azul y Tokán el invencible para la editorial Fantasio, pero finalmente se decantó hacia la historieta de humor, simultaneando sus trabajos entre Editorial Valenciana, con Sindulfo Sacarina (revista Jaimito, 1948); y Editorial Bruguera, donde, para la revista Pulgarcito, creó series como Casildo Calasparra (1948), Sandalio Pergamín (1948), Don Folio (1951), Don Cloroformo (1951) y Pascual, criado leal (1953).

Nadal practica el dibujo realista en los fondos y la indumentaria de los personajes, y la caricatura en los rostros. Sus guiones, de corte costumbrista, desprenden cierto tono crítico, como se refleja en Matildita y Anacleto, un matrimonio completo, o Maripili y Gustavito, todavía sin pisito.

En una época en la que dibujar a una mujer era una osadía -había que lidiar con la censura- Nadal destacó por sus estilizadas figuras femeninas, que respondían a la imagen idealizada por Hollywood, destacando las series Rosita, la vampiresa (1951); Las mujeres de Nadal (1954); Las chicas de Nadal (1959); y Marilín, chica moderna (1959).

Abandonó el mercado español en 1960 y empezó a trabajar para el Reino Unido a través de la agencia Bardon Art. Su obra apareció en la editorial británica Fleetway gracias a series como Buster, Lazy Sprocket, Milkiway y The Nuts. Irónicamente, muchas de estas páginas acabaron publicándose en España a través de las revistas de Bruguera.

Nadal se introduce también en el mercado alemán, para el que desarrolla varias historietas de humor, publicadas en revistas. En los años 70 y 80 dibuja varios cómics de Disney, como Goofy y Mickey Mouse, para el grupo danés Egmont-Gutenberghus.

En homenaje a la serie Pascual, criado leal, y a sugerencia de Gin, director por entonces del semanario El Jueves, se tituló así Pascual, mayordomo real, de Idígoras y Pachi, en 1996.

Nadal siguió activo hasta su jubilación, en 2013, y desde entonces repartió su tiempo entre su Barcelona natal y Cadaqués. En ese mismo año, el Museo del Cómic de La Massana, en Andorra, le dedicó una exposición retrospectiva.

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