Cómics

Viajes al otro mundo

Ilustración de la portada.

Ilustración de la portada.

La tragedia que sacudió a la ciudad de Filadelfia tiene un origen, y solo Nathan Cole, el protagonista de este cómic, lo conoce.

Si hay algo que caracteriza como buen guionista a Robert Kirkman es el acertado tratamiento que da siempre a los protagonistas de sus historias. En Los Muertos Vivientes (también publicada por Planeta Cómic), lo de menos es la plaga zombi que rodea a Rick Grimes y Cía, ya que lo que más nos golpea son los sentimientos y acciones de los personajes. Invencible, otra de sus mejores obras, es un cómic de superhéroes en el que tras las capas y mallas se esconde un corazón.

Y Oblivion Song no podía ser menos, ya que la culpa atenaza a Nathan Cole, que carga sobre sus espaldas con un gran secreto que nadie, ni sus más íntimos colaboradores, o su pareja, conocen.

Pero todo eso va a salir a la luz. Detenido por los militares, el científico confesará que él, solo él, y un grupo de visionarios, fueron los culpables de que una buena porción de la ciudad se convirtiera en territorio inhóspito, repleto de peligrosas y desconocidas criaturas que terminaron con la vida de los, hasta entonces, tranquilos habitantes de la urbe…

Pero eso no fue lo único que ocurrió con el experimento de Cole, ya que esa porción, y las personas que la ocupaban, fueron trasladadas a otro mundo en el que han tenido que sobrevivir durante años, adaptarse a las nuevas condiciones de su existencia y crear una 'nueva' vida.

Otro de los grandes traumas de Cole fue convertirse en mano ejecutora de la desaparición de su hermano Ed, al que finalmente encontró en la anterior y primer entrega de esta nueva serie. Pero el hombre, al regresar a la ciudad se da cuenta de que esos años que ha pasado huyendo de monstruos, tratando de no ser devorado, lo han cambiado irremediablemente. Vaga por las grises calles, deseando poder volver al que ahora es su mundo.

Pues bien, gracias a una ayuda inesperada, Nathan va a intentar corregir algunos errores. Junto al improvisado equipo que forma junto a su novia Heather y Ed, con los que tratarán de robar el artilugio que ocasionó el caos, y que en esta ocasión, puede volver a traer parte de ese desconocido lugar a la ciudad, con la conmoción y terror que ello supondrá.

La acción se acelerará desde el momento en el que el peligro surge, tanto a un lado como al otro. Enormes monstruos amenazarán la vida de los protagonistas, en una huida hacia adelante que los lleva a tomar drásticas decisiones que son la única manera de restablecer el orden tanto en nuestra realidad, como en la de Ed, a la que trata de regresar desesperadamente, y en la que se va a encontrar con una cara muy conocida de su anterior vida.

Otra cosa que caracteriza a Robert Kirkman es el fino olfato que tiene para elegir a increíbles dibujantes que lo acompañan en el periplo, y esta ocasión no podía ser una excepción, ya que el italiano Lorenzo Di Felici realiza un tremendo trabajo, llevando a la viñeta no solo a las letales criaturas de ese otro lugar, sino que nos muestra paisajes que parecen salidos de la más febril de las pesadillas

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