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Alguien que me cuide

  • Terry Moore presenta en 'Strangers in Paradise' nuevos hilos argumentales en los que se acerca al lector a través de situaciones cotidianas de la vida de los superhéroes

Una de las imágenes de la obra de Moore.

Una de las imágenes de la obra de Moore.

Como bien indica Arnau París Rousset en el prólogo que abre la contundente edición de lujo de Strangers in Paradise (publicada con motivo de su 25 aniversario), la serie de Terry Moore "puede definirse de muchas formas. Un culebrón con un triángulo amoroso. Un thriller protagonizado por femmes fatales. Una crítica al machismo predominante. Un hito en la autopublicación. Un ejemplo de cómo escribir personajes. O, simplemente, uno de los mejores cómics que leerás nunca".

Moore, cuyo talento para la narración gráfica es patente desde el inicio del tomo, pero no deja de crecer con cada página, ideó su más famosa cabecera en el convulso ambiente editorial de la década de los noventa, en la que el surgimiento de sellos editoriales como Valiant, Malibu y la más conocida Image puso patas arriba el tebeo comercial estadounidense con la promesa de ventas millonarias (y la inmediata realidad de la crisis económica que asoló la industria a renglón seguido).

Desmarcándose de los cantos de sirena del cómic de superhéroes, e inspirado por la experiencia de otros autores más comprometidos con el medio, Moore propuso una cabecera en la que las verdaderas protagonistas son las relaciones humanas. En sus propias palabras: "Cuando empecé a escribir y dibujar Strangers in Paradise, reflexionaba sobre las relaciones entre hombres y mujeres.Reflexionaba sobre por qué hombres y mujeres repiten los mismos errores una y otra vez, en todas las épocas. ¿Por qué no lo dejamos por escrito para que el resto de gente no pierda el tiempo cometiéndolos de nuevo? Y reflexionaba sobre por qué no hay más cómics que traten de esto, ya que estoy convencido de que hay lectores en todo el mundo a los que les gustaría conocer las respuestas. ¿Por qué escribir sobre supervillanos a los que el lector nunca se enfrentará en lugar de narrar la ruptura con tu novio, algo con lo que todo el mundo va a encontrarse? ¿Por qué escribir sobre superpoderes sin sentido en el mundo de la física moderna cuando una historia sobre la infidelidad a la pareja o amar a alguien sin ser correspondido es algo con lo que todos podemos identificarnos?".

Con un reconocido interés por las tiras de periódico clásicas y una marcada voluntad de mantenerse fiel a su propio estilo, la serie de Moore debutó en 1993 en Antartic Press y pasó por distintas aventuras editoriales (la autoedición, el sello Homage Comics de WildStorm y de nuevo la autoedición con el Abstract Studio formado por su él y su esposa) hasta alcanzar la friolera de 90 números en 2007, fecha de su cierre (momentáneo, pues se anuncia un futuro regreso de Strangers in Paradise). Se trata de uno de los hitos del tebeo independiente norteamericano, del calibre de Cerebus, Love and Rockets o Bone, y Norma le devuelve el lugar de honor que merece en librerías con una colección de gruesos tomos, el primero de los cuales contiene los tres números editados por Antartic Press, los 13 del primer volumen de Abstract Studio y los 12 que vieron la luz con el paraguas de Homage Comics.

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