EL cierre y la apertura de bares se sucede a un ritmo tan acelerado que es difícil analizar realmente que está sucediendo. ¿Se ha convertido este sector en un refugio frente al desempleo?. Situada en la Avenida del Cairo, se encuentra la cervecería Al Quinto Pino, peculiar nombre el que le puso Pedro Gutiérrez (actual propietario), que con 50 años y ante la inestabilidad del empleo, decidió arriesgar. Sin experiencia en la hostelería, exceptuando algún trabajo temporal de camarero, alquila este local; siente la confianza de que al vivir en el barrio muchos conocidos serán clientes habituales; un año y cuatro meses después de la apertura, cuenta su experiencia en este negocio.

-Pedro, ¿se han cumplido tus expectativas de negocio? ¿De qué manera describirías Al Quinto Pino?

-Cuando alquilé este local, mi expectativa no era otra que asegurarme un puesto de trabajo. No me importaba las horas de trabajo que implica este sector, sólo quería que desapareciera la ansiedad de no saber qué me deparaba el futuro, así que por un lado sí he cumplido mi objetivo, tengo un puesto de trabajo; aunque por otro lado, sigo sin poder prever mi futuro laboral. Abro todos los días a las 06:30, no tengo empleados y podría describir esto como una pequeña peña en la que todos nos conocemos. No exijo una consumición mínima a nadie, porque soy consciente de lo difícil que es llegar a final de mes.

-¿Tomarías la misma decisión de apuesta con lo aprendido durante este tiempo?

-Volvería a hacer lo mismo si la situación fuera la misma; no fue vocación, ni creo que lo sea en la inmensa mayoría de personas que están optando por la hostelería.

-¿Qué aporta Al Quinto Pino a #cometecordoba?

-Aporta un lugar donde tomar un café, un aperitivo, o simplemente un breve descanso para saludar a alguien conocido; el sabor de este local lo pone la cercanía y la amistad de todos los habituales, Al Quinto Pino sabe a comprensión y apoyo, sabe a refugio.