Cómete Córdoba

Un palacete en el centro de la ciudad: Atrio

  • Desayuno, aperitivo... simplemente una tarde de reunión con amigos o compañeros de trabajo se convierte en "experiencia".

EL Colegio de Arquitectos es en realidad un Palacete construido en 1907 considerado por muchos la muestra más representativa de la arquitectura modernista en Córdoba. Su exquisita decoración exterior hace del edificio una joya visual admirada por todo lo que representó su construcción; la salida del inmovilismo arquitectónico dio paso a la libertad de expresión del artista, lo que se percibe cuando se cruza la reja del jardín. Sensación de movimiento, de libertad... algo que, observo, está muy valorado por los clientes. Lo definiría como pequeño refugio, en el cual el ocio se convierte en cultura, cada detalle arquitectónico refleja arte en estado puro, no hay reglas que contengan la creatividad de la construcción. Después de esta entrada, en este entorno… apenas me fijaría en la adaptación del antiguo almacén a local de café-copas, si no fuera porque una vez dentro, a pesar del reducido espacio, vuelvo a maravillarme de la exquisitez de la decoración.

Federico López y Pablo Sierra, los dos socios que en el año 2011 presentaron el proyecto convirtiendo el espacio en local de café-copas, tienen claro su objetivo: un sitio diferente, único, exclusivo e inolvidable, un valor añadido no solo a la hostelería, sino al disfrute de la cultura e historia. Federico, abogado de profesión, comienza a describir el inicio de Atrio. Desarrollo, concepto, la esencia del negocio... no cabe duda de que este hombre no se realiza llevando toga, sino gestionando todo lo que conlleva este negocio tan peculiar. Desayuno, aperitivo... simplemente una tarde de reunión con amigos o compañeros de trabajo se convierte en "experiencia". Inevitablemente te conviertes en prescriptor, Atrio es por sí solo inolvidable.

-Federico, ¿cómo surge la idea de adaptar un edificio tan singular para convertirlo en Atrio?

-El proyecto nace de la inspiración que día a día, era paso habitual en mi rutina, despierta este jardín. Conocía algo del mundo de la hostelería, siempre con multitud de socios muy enfocados a la noche, lo cual me sirvió para adquirir experiencia, pero me faltaba libertad, necesitaba crear. Observé la demanda y decidí, a pesar de que mi oficio es la abogacía, embarcarme en este concepto de ocio-cultural. No quería que Atrio fuera un sitio más, sino que transmitiera todo el peso y belleza de su historia, conseguir un refugio en pleno centro de la ciudad donde una breve parada a un café se convirtiera en un momento buscado del día. El arquitecto Adolfo Castiñeiras diseñó un edificio que desprende sensaciones de movimiento y libertad, mi trabajo fue diseñar una decoración que sumara a esa percepción y no fue fácil, el interior conllevó muchas pruebas de tapicerías, colores, mobiliario…

-¿Considera Atrio un modelo de negocio atemporal?

-El edificio en sí mismo marca la diferencia con cualquier otro tipo de negocio hostelero, indudablemente es atemporal, no me guío por tendencias. Mi personal, tan importante para mí en estos años, cuida mucho de detalles tan importantes como una sonrisa, un buenos días o incluso una explicación de la historia del lugar. Somos conscientes de que el cliente aquí no busca saciar la sed o el apetito, sino un rato de descanso, a veces aprovechado para reestructurar el día como dicen muchos y otras con la finalidad de evadirse.

-¿Qué aporta Atrio a #cometecordoba?

-Creo que engloba muchos conceptos que definen #cometecordoba; el sabor del entorno, el aroma del jardín, el contacto con nuestra historia, el trato personalizado y atento hacia el cliente… es un lugar que alimenta el alma del que lo visita, aquí se puede sentir a que sabe Córdoba.

Atrio. Dirección: Gran Capitán, 32. Teléfono: 957 810 081. Facebook: www.facebook.com/Atrio-Copas

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