Cómete Córdoba

Un negocio familiar que retoma la tradición

  • Cafetería la tacita. Dirección: Calle Hermanos Juan Fernández, sin número. Teléfono: 957 24 75 25

Seguro que usted guarda en su memoria algún sabor irremplazable que, al volverlo a disfrutar, le lleva mentalmente a otro tiempo. El paladar tiene la capacidad de transportarnos sin movernos del sitio, de evocarnos tiempos felices de infancia y conectarnos con nuestros recuerdos. Esos años tempranos en los que la merienda o el desayuno tenían un toque dulce nos han marcado a todos. De eso saben bastante los hermanos De las Heras, que crecieron viendo a sus padres regentar la que por entonces se llamaba Cafetería Manoli.

 

Después de que sus padres dedicaran media vida al negocio, y tras un parón en el que la cafetería estuvo fuera de las manos de la familia, han sido los hermanos De las Heras los que se propusieron recuperar la propiedad del lugar en el que se criaron. Y lo han hecho con las señas de identidad y la forma de trabajar que aprendieron en su familia, apostando "por la limpieza, por el producto de calidad y el trato cercano al cliente", tal y como cuenta Joaquín, uno de los dos hermanos De las Heras, quienes regentan la renovada Cafetería La Tacita, con el inestimable apoyo de Mari Carmen Hernández, que ejerce de encargada del local, en el que además trabajan dos jóvenes más, Mari Carmen Alcaide y Ascensión Cerrillo en el día a día.

 

El secreto del negocio es tan simple y, a la vez tan complicado de conseguir, como "apostar por proveedores artesanos, que nos ofrecen un producto de calidad". Y es que en tiempos de precocinados y producción masiva, Joaquín puede asegurar con orgullo que en La Tacita "nada es congelado, todos los dulces son artesanos, los de toda la vida, y el pan también es el de siempre, hecho con masa madre y al estilo tradicional".

 

Con tantas horas de trabajo como ilusión volcada en el negocio, los hermanos De las Heras han logrado recuperar poco a poco el buen nombre que la cafetería de sus padres tuvo en el barrio, a pesar de que los tiempos han cambiado y, lógicamente, el local presenta un aspecto totalmente renovado. La esencia, sin embargo, se mantiene en el producto, lo que ha hecho volver a muchos clientes antiguos del negocio, "gente que nos conoce de toda la vida", como afirma Joaquín.

 

Ahora, La Tacita ofrece el sabor tradicional de los dulces cordobeses de siempre, combinado con una amplia variedad de panes (de lino, chapata, integral o el típico pan de pueblo, entre otros) y posibilidades a la hora de disfrutar de un buen desayuno. El cliente puede incluso deleitarse con el típico desayuno molinero (pan con aceite de oliva fresco, tiras de bacalao y aceitunas). Una auténtica vuelta a los sabores de toda la vida, los que marcaron la feliz infancia de generaciones enteras.

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