Cómete Córdoba

El gran salto de una cocinera de toda la vida

  • Taberna La sartén. Dirección: Historiador Jaén Morente, 21. Teléfono: 957418760.

UNO de los factores principales del abandono de un puesto de trabajo es no sentirse valorado en la empresa. Sorprende que a pesar de la crisis, la autoestima prime por encima de las responsabilidades. Reconocidas escuelas de negocios, han incluido en sus temarios la importancia de esta sensación, un sinsabor profesional que lleva a tomar decisiones como las de Eva Valero. Esta cordobesa -de profesión cocinera y con más de 18 años de experiencia en el sector- junto con su pareja, Andrés Cortés, son los dueños de la Taberna La Sartén situada en el barrio de Fátima. Hace escasos tres meses decidieron abandonar su puesto de trabajo y embarcarse en su nueva aventura.

La expresión de los ojos de Eva transmite seguridad, no tiene dudas de que lo que persigue no es un ascenso, sino tener autonomía y flexibilidad para realizar su trabajo y. por supuesto, reconocimiento.

-Eva, ¿qué se siente al abandonar años de seguridad laboral, por un motivo como la satisfacción personal? Imagino que habrá tenido que dar muchas explicaciones a familiares, amigos…

-Sentí vértigo, miedo y mariposas, todo revuelto, como en una receta de cocina, porque realmente tan solo hice lo que llevo haciendo toda la vida, dejarme llevar para darle el toque final a un plato. Esta vez se trataba de mi plato, ¿por qué no aderezarlo con valor, iniciativa y cambio? No tuve que justificar mi decisión ante nadie, solo ante mí misma. Tuve el apoyo incondicional de Andrés y en apenas tres meses he conseguido una clientela atraída tan solo por mi cocina. Para mí eso es suficiente para reafirmarme en que hice lo correcto.

-Cuándo dice que la decisión no estuvo basada en un ascenso, ¿a qué se refiere?

-Como ves, nuestras posibilidades a la hora de conseguir un local estaban limitadas por la falta de inversión. Es decir, abandonaba una cocina climatizada, la seguridad de un puesto profesional con gente a mi cargo, por un local que, como ves, no dispone de veladores. Su mobiliario es antiguo, sé a que hora entro, pero nunca a la que salgo, ya que no puedo permitirme un pinche. Mis condiciones de trabajo han empeorado, es todo lo opuesto a lo que sucede en un ascenso.

-¿Volvería a tomar la misma decisión?

-Han sido meses muy duros. Llegar a un barrio donde nadie te conoce, trabajar en un local en el que no he podido ni cambiar el nombre por falta de recursos económicos y pasar noches en las que ni un solo cliente entraba por la puerta es muy duro. Solamente tenía el aliciente diario de poder elaborar mis recetas sin explicaciones, con autonomía, modificando el plato del día según la temperatura, la lluvia, según sintiera, dejándome llevar día a día por la demanda del cliente. Sin dudarlo, sí volvería a asumir el riesgo. Soy consciente de que mi decisión implica asumir inestabilidad, dudas, a veces angustia… Pero el orgullo que veo en los ojos de mi hija, cuando felicitan a la cocinera no tiene precio.

-¿Qué aporta La Sartén a #cometecordoba?

-En este caso ha sido #cometecordoba quien ha aportado a La sartén. Mis platos con vuestra atención ya saben diferentes, si los degustas encontrarás sabor a agradecimiento, a ilusión, a confianza.

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