Cervecería Ruta 77

Una buena forma de ligar la pasión con el trabajo

  • Antonio Bermúdez dirige junto a su hijo este negocio que echó a andar el pasado mes de diciembre y que ha tenido una gran acogida en pocos meses

Antonio Bermúdez, en el interior de la Cervecería Ruta 77.

Antonio Bermúdez, en el interior de la Cervecería Ruta 77. / Jordi Vidal

Al pensar en un futuro profesional, muchas son las personas que enfocan su trayectoria hacia un sector rentable o una oportunidad de mercado. Otras, sin embargo, prefieren ligar en la medida de lo posible sus aficiones con su desarrollo profesional. Ya saben, aquello de buscar un trabajo que sea una afición para que así parezca que uno no está haciendo un trabajo pesado y costoso. En el caso de Antonio Bermúdez, este cordobés que dirige junto a su hijo Iván la Cervecería Ruta 77, en su negocio encontró la posibilidad de ligar una experiencia acumulada durante muchos años en el mundo de la hostelería con la que es su gran pasión, el mundo de las motos.

Ese fue el germen de la Cervecería Ruta 77, que el pasado diciembre empezó su andadura. En poco tiempo desde su apertura, esta cervecería se ha convertido en un punto de reunión para los amantes del motor en Córdoba y ha permitido a Antonio Bermúdez consolidar una clientela que ha llegado a fraguar un buen grupo de amigos. "Con la Cervecería Ruta 77 traté de combinar mi trabajo con mi afición", explica Antonio contento de la decisión que tomó al emprender con este negocio porque "a parte de tener un ambiente excelente y una gran clientela, somos ya una familia con la gente que pasa por aquí a menudo".

Fruto de esta buena relación, en la cervecería ubicada en el Polígono de Chinales surgió un grupo de aficionados a las motos que se conoce como Ruta 77, rodemos libres y que cada fin de semana organiza excursiones en moto, algún evento en el local de Antonio como conciertos o quedadas y una serie de planes en torno a una pasión que en Córdoba une a mucha gente.

El secreto de esta cervecería para haber tenido tan buena acogida en sus primeros meses abierta al público no es otro que es el de esa afición común, así como el buen trato y la oferta variada que ofrece a sus clientes. Y es que como el propio Antonio Bermúdez recalca, "somos un local abierto a todo tipo de público, desde jóvenes a más mayores y familias".

Parte del equipo de trabajo de la Cervecería Ruta 77. Parte del equipo de trabajo de la Cervecería Ruta 77.

Parte del equipo de trabajo de la Cervecería Ruta 77. / Jordi Vidal

Esa versatilidad del negocio se refrenda también en su apuesta por prácticamente todas las franjas que un local de hostelería puede cubrir. Desde las 7:00, de lunes a viernes, y desde las 9:00 los fines de semana, en la Cervecería Ruta 77 se puede disfrutar de su amplia variedad en desayunos, con panes de todo tipo a elegir por el cliente (pan blanco, de lino, integral, multicereales...) y una gran relación calidad-precio en una oferta para todos los gustos.

Una cocina para todos los gustos

Además, cuando la jornada avanza, la cocina de la Cervecería Ruta 77 ofrece varias alternativas. Por un lado, recetas populares y más adecuadas para reponer fuerzas de manera rápida y apetitosa como los pinchos morunos, los bocadillos calientes o sus solicitadas hamburguesas. Además, de una manera algo más reposada, se puede disfrutar de otras especialidades de su carta como las croquetas de la casa o el solomillo a la pimienta, uno de sus platos estrella. También dispone de una buena variedad de platos combinados.

Por las tardes, la Cervecería Ruta 77 ofrece un lugar reposado y cómodo para tomar un café o según avanza la jornada una cerveza o un combinado. Para ello, Antonio Bermúdez cuenta con un local amplio y ambientado con recuerdos y piezas de todo tipo que giran en torno al mundo del motor. Aunque como su dueño indica, son "una cervecería abierta a todo el mundo", lo cierto es que los amantes del motor tienen en ella un lugar de obligada visita.

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