ANTONI Gaudi es conocido por su capacidad para romper moldes y crear nuevas soluciones. La leyenda urbana cuenta que la fachada de este edificio fue terminada con algunas pinceladas de este genio modernista. Su lenguaje arquitectónico es único, personal e incomparable. Es su sello. ¿Habéis observado la fachada de Café Gaudi? El bar que con el paso de los años ha mantenido ese ambiente especial, ese halo bohemio que invita a las tertulias.

Desde 1988, este Café, en pleno centro de Córdoba ha vivido la evolución de la hostelería, cambios políticos, económicos y sociales que han marcado la demanda de su público. Su estrategia es innovar con los sabores locales y tras su 25 aniversario, los cuatro socios le dieron un giro. Renovaron la decoración y llevaron a cabo un cambio de gerencia, una apuesta arriesgada en tiempos de crisis. Gracias a Jazmín Raya, de 28 años y tan sólo con la experiencia de gestión de una empresa de catering, han conseguido seguir innovando. La nueva incorporación pasó de la cocina a la gestión, y ha sabido transmitir su cariño por Córdoba en conceptos gastronómicos. A través del tapeo, de los vinos de la zona y con menús basados en el nuevo ritmo de vida ha conquistado a sus comensales. Haciendo honor al artista que lleva su nombre, el Café Gaudi ha roto moldes y encontrando nuevas soluciones.

-Jazmín ¿cuál es el secreto de tu gestión para llevar a Café Gaudi en esta nueva etapa?

-Fue un reto personal. El negocio tenía casi los mismos años que yo, recuerdo pasar por la puerta de pequeña. Me atraía la arquitectura y sus enormes puertas de cristal, que eran para mí tan pesadas como la responsabilidad que acepté hace dos años. Lo primero fue adaptarme a una plantilla con tanta antigüedad. Antonio Gómez, el encargado, con más de 18 años en Café Gaudí, consiguió introducir los pequeños cambios en las costumbres de trabajo. Modificaciones que apoyados por la nueva decoración, la nueva carta y un trabajo continuo de marketing marcaron un antes y un después.

-¿Cuál fue la hoja de ruta para decidir esos cambios?

-Observo. Todo influye a la hora de seleccionar los productos y la estrategia para elevar la facturación. El concepto de hostelería antiguo ha desaparecido. Todo ha cambiado: horarios, estructuras familiares… Por ejemplo, ya no es raro ver almorzando a personas solas. Por ello, creamos un ambiente acogedor con todos recursos. Ese era el objetivo y lo conseguimos con la calidad de nuestra cocina casera, la atención del personal, incluso la calidez de nuestra peculiar barra en forma de U, que envuelve a nuestros clientes como en un abrazo. Ha sido un trabajo en equipo y sin el apoyo del personal y la confianza de los socios en mis decisiones no lo habría conseguido. Confieso que he pasado muchas noches sin dormir, preguntándome a mi misma si estaba capacitada o si me estaría equivocando. Aún hoy, después de dos años, paso algunas noches en vela.

-¿Qué aporta Café Gaudi a #cometecordoba?

-Como elemento arquitectónico algo único y rompedor: su fachada. La fama de Gaudí es indiscutible por obras como La Sagrada Familia y hay clientes que mientras disfrutan de un café en la terraza pierden la noción del tiempo contemplando el edificio. Es un punto de encuentro bien situado a cualquier hora, un rincón de descanso, un enclave donde desayunar, almorzar o cenar se convierte en el mejor momento del día. Y es que, ¿quién no conoce este local cuya decoración traslada a los cafés parisinos?