Cómete Córdoba

Una carta reinventada con el sello de La Montillana

  • Taberna La Montillana. Dirección: Calle de San Álvaro, número 5.Teléfono: 957 47 95 18

Uno de los cocineros de La Montillana muestra dos elaboraciones idóneas para el verano.

Uno de los cocineros de La Montillana muestra dos elaboraciones idóneas para el verano. / reportaje gráfico: josé martínez

Uno de los clásicos por excelencia de la hostelería en Córdoba, la taberna La Montillana, trabaja en pleno agosto como si de cualquier otro mes del año se tratara. Este negocio, ubicado en la calle de San Álvaro, no para por vacaciones. Más bien al contrario, porque con la llegada de las altas temperaturas La Montillana hace semanas que refrescó su carta, renovando algunos platos, introduciendo algunas recetas totalmente nuevas y, eso sí, conservando los grandes clásicos de la cocina cordobesa, que esta taberna ofrece con una calidad a la que pocas llegan.

Cuando el termómetro se acerca a los 40 grados, o incluso los sobrepasa, es inevitable que los hábitos alimenticios de la mayoría de la población se vean alterados. Conscientes de ello, en La Montillana han dado un giro a su carta con la llegada del calor. Así lo cuenta Emilio González, uno de sus encargados. "Cada temporada renovamos nuestra carta y ahora con la llegada del verano siempre apetecen cosas más frescas para comer, por lo que hacemos hincapié en ese tipo de platos", apunta.

Las ensaladas y los platos más ligeros ganan peso en su carta en los meses de verano

Eso sí, la renovación en la carta de La Montillana siempre se conjuga con el mantenimiento de los clásicos de la gastronomía cordobesa, platos por los que esta taberna se ha ganado un nombre privilegiado en el sector hostelero cordobés. Y es que, a pesar del calor que en verano reina en Córdoba, hay recetas irrenunciables y la creciente cantidad de turistas que incluso en estos meses más calurosos llegan a la ciudad aconseja mantener clásicos como el flamenquín, el salmorejo, las berenjenas con miel y queso de cabra de Zuheros, las croquetas, el cochifrito, las patatas bravas o las carnes a la brasa. No es de extrañar que estos platos sigan triunfando incluso en el verano, pues la cocina cordobesa cada vez tiene más eco fuera de las fronteras de la provincia y los visitantes no quieren marcharse de la ciudad sin probar sus platos más tradicionales.

Pero para los cordobeses, acostumbrados a esos platos más habituales, o para aquellos visitantes que prefieren dejar de lado los clásicos, La Montillana también tiene alternativas muy atractivas en su renovada carta. Emilio González destaca "las ensaladas y los platos que en este tiempo hacemos utilizando la verdura de temporada". Entre esas propuestas, destaca el calabacín a la plancha con queso brie y emulsión de cebolla dulce, la ensalada de espinacas, queso de cabra de Zuheros, tomates cherry y piñones, o la ensalada de rúcula, ventresca de atún, tomates baby y queso tierno. Recetas apetecibles con sólo repasar sus ingredientes y que además ayudan a que las comidas en el estío sean más digeribles y menos pesadas.

Y ahí no queda la cosa, porque la renovación de la carta de La Montillana le ha llevado a introducir platos muy originales y con toques distintivos, alternativas para los más curiosos a la hora de disfrutar de un buen almuerzo o una cena. Entre las muchas variantes que ofrece esta taberna, Emilio resalta "el wok de pollo y salsa yakitori", una de las novedades que más triunfan entre los clientes. Otras propuestas bastante sugerentes son el pulpo a la parrilla, los noodles de gambones y miso blanco o el bacalao frio con alioli de yuzu. Las posibilidades para el comensal son muchas y atractivas por igual.

El verano es una época del año históricamente complicada para la hostelería en Córdoba, aunque La Montillana funciona a pleno rendimiento, pues no cierra durante el período estival. "No cerramos en todo el verano, y la verdad es que nosotros seguimos trabajando a buen ritmo", asegura Emilio González, si bien es cierto que "no al nivel de otras épocas del año, aunque el hecho de mantener nuestra taberna abierta mientras otros cierran en estas semanas nos hace que no se note demasiada diferencia del verano con otros meses".

Y es que a pesar del calor que reina en la ciudad, en el cómodo y coqueto local de La Montillana uno puede hacer un alto perfecto en el camino para disfrutar de la gastronomía cuidada y respetuosa con la tradición cordobesa. Quizás las altas temperaturas aconsejen dejar de lado ciertas recetas más pesadas, pero eso no es excusa para dejar de comer sano y con gusto. Y eso en La Montillana está siempre asegurado.

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