FRENTE a la plaza del Alpargate, (plaza de Cristo de Gracia) se encuentra La Alpargata, que, con orgullo de ubicación, mira a este espacio esencial del barroco cordobés en el que la sombra de los árboles y la fuente central invitan a un rato de paz y de sosiego. Es un lugar habitual para los mayores del barrio y parece que el tiempo aquí se detiene, o mejor aún, que debemos detener el tiempo, mientras tomamos una cervecita atendidos por Rogelio del Río. Rogelio es el nuevo propietario desde hace escasamente un mes. Con 22 años sorprende que abandonara la carrera de ingeniero industrial para dedicarse a la hostelería. Sin ninguna tradición familiar en el sector, decidió emprender una ilusión y, aunque falto de experiencia, abre en su pueblo (La Rambla), un pequeño local, donde inmediatamente comienza a aprender la dedicación plena que necesita este sector y, opta por "aparcar" sus estudios.

-Rogelio, ¿qué te lleva a decidir invertir en un negocio en la capital?, ¿seguir creciendo de forma profesional o es un motivo personal el que te trae aquí?

-(Sonríe), ¿personal? No sé lo que es vida personal, ¡no tengo tiempo! Me mueve la confianza que mi familia ha depositado en mí. El ir y venir todos los días del pueblo ni lo noto. Una vez que decido que mi prioridad no son los estudios reflexiono y me planteo dedicar una etapa de mi vida a explorar el mercado de la hostelería, así que hace un mes, ayudado por inversión familiar, aposté por este negocio. Actualmente, mi vida se divide en dos turnos: uno de 08:00 a 16:00 aquí en la capital y, luego, directo para La Rambla a cubrir mi otro local de 16:30 a cierre. La decisión de dejar mi carrera universitaria fue muy dura, me basé en la trayectoria profesional de muchos compañeros, quienes con esfuerzo han terminado los estudios y obtenido la graduación… y la mayoría son actualmente camareros. La palabra descanso no entra en mi vocabulario, como tampoco la de "plan estratégico de empresa", de momento solo la palabra "aprender" me guía, aún es pronto para saber si mi futuro está en la hostelería o si volveré a retomar los libros…

-¿Qué aporta La Alpargata a #cometecordoba?

-Mis clientes, en su mayoría jubilados, me cuentan historias de cómo era Córdoba, del sabor, color y olor de recetas que elaboraban en casa, me describen el sabor de la vida en aquellos tiempos… me enseñan a sentir nuestra historia. Yo, en una pequeña "tapa" intento unir las costumbres de mi pueblo con el sabor de la capital, esa es mi pequeña aportación a #cometecordoba.