Cómete Córdoba

Ágora, la hora de la plaza llena

  • Dirección: Avenida del Brillante, 83. Teléfono 650 73 22 97, Perfil en Twitter: @Agora_83

EL significado en griego de la palabra Ágora es "la hora de la plaza llena". Con este término se designaba en la antigua Grecia a la plaza pública de las ciudades, que servía de centro de reunión, del comercio, de la cultura y de la política. Aunque si hay un significado que defina Ágora es espacio abierto o meditación silenciosa.

Los griegos consideraban el Ágora como espacios donde adquirir conocimiento, no lugar de discusión o polémicas, sino un enclave donde aprender de la experiencia de los demás hasta llegar al conocimiento. Y quizás sea lo que se va a producir en Córdoba. Diez operadores compartiendo un proyecto bajo la filosofía milenaria de locales y puestos de comida en torno a una misma idea y pasión por la gastronomía, ofreciendo una completa selección del sabor de Córdoba. Además, con el punto fuerte de su ubicación, está situado en un lugar que a todos nos evoca ocio. ¿Quién no recuerda la imagen del torreón blanco en la movida de los años 80 por el Brillante? ¿Quién no ha pisado alguna vez el mítico jardín interior? Este chalet que abrió sus puertas en 1986 ha estado presente en la vida social de Córdoba desde entonces y con Ágora no hace nada más que volver a ser "plaza llena" , de cordobeses, empresarios y productos autóctonos.

Con más de 700 metros cuadrados, Ágora Brillante 83 es el nuevo espacio gastronómico de Córdoba, un nuevo concepto, y así lo define Rafael San Miguel.

-Se te conoce en el mundo de la hostelería por estar continuamente en movimiento, ¿es ese movimiento el que te hace ver la demanda de algo diferente? ¿Qué te lleva a idear esta nueva oferta cordobesa?

-Es la gastronomía la que está en continuo cambio, y eso implica movimiento. Al igual que mi catering está basado en que cada servicio es único y diferente, ya que se tiene que ajustar a la hora, comensales, ubicación, momento... Siempre rondó por mi cabeza un sitio cuya infraestructura permitiera atender elaborando in situ la demanda del cliente. Tres ambientes permiten que sea un lugar de encuentro en cualquier momento del día.

Los diez puestos de venta cubren apetencias tan variadas como productos ibéricos (de Patene) donde el jamón y el aroma del queso estimulan el apetito, Sushicolor con su sushi que despierta las ganas de disfrutar de una cena diferente, La Salmoreteca, donde la pasión de Juanjo Ruiz se refleja con la interpretación de fórmulas y creado recetas nuevas; La Salmarina, cuyos arroces nos transportan al tradicional día de relajación con familia o amigos. Sin olvidar los vinos (Tamaninos) cuidadosamente seleccionados para acompañar cualquiera de las elecciones gastronómicas.

Cada momento es diferente, influyen factores como temperatura, hora del día, si es ocio o de trabajo… Mi idea fue cubrir una necesidad tan lógica como que en cualquier momento puede haber un cambio, quizás una reunión de negocios se alargue y termine en un café o copa. Quizás esa comida familiar que termine con unos helados artesanales o quizás esa reunión de amigos se alargue con cócteles, copas o lo que apetezca. Porque eso es Ágora 83, un sitio de nuevas experiencias, de sensaciones. No es un restaurante, ni una heladería, ni un lugar de copas. Es sitio donde dejarte llevar.

-Rafael, ¿cuál es la diferencia con el resto de mercados gourmet? ¿Cómo explicarías la rápida aceptación que ha tenido Ágora?

-Es fácil identificar la diferencia, tan sólo tienes que sentarte en una mesa y la diferencia viene a ti. La atención del servicio en mesa. Ese es el punto innovador, el que además de cubrir algo tan básico en hostelería como el servicio al cliente, ha servido para crear sinergías, unión, e intereses comunes entre todos los operadores. El funcionamiento interno es el habitual cuando se comparte espacio, un canon de entrada, un alquiler fijo y un tanto por ciento de la facturación. Con ello se cubren gastos de suministro, limpieza de zonas comunes, gestión y plan estratégico de desarrollo, publicidad, seguridad… e incorpora camareros de atención en zonas comunes garantizando que en todo momento los clientes tienen acceso a sus productos sin tener que esperar turno delante del mostrador. De esta manera, la filosofía de Ágora se convierte en exclusiva, lo que te apetezca en cualquier momento aderezado con un exquisito trato personal.

-También se te conoce por tu continua actividad en asociaciones que promueven el desarrollo económico de la ciudad: turismo, ayuda a nuevos emprendedores, crear sinergias entre administración y gestión privada, proyectos que posicionen Córdoba en el mapa. Últimamente parece que tus apariciones públicas son más escasas ¿A qué es debido? ¿Ha cambiado algo y consideras que ya no es necesario? ¿Es desilusión o falta de tiempo?

-Es simplemente falta de tiempo. He estado inmerso en Ágora junto con mi socio Javier Requena. Mi presencia continua ha sido indispensable para poder hacerlo realidad, ya que Javier no tiene experiencia hostelera. La estructura y normas internas debían satisfacer a todos los operadores asegurando siempre el buen funcionamiento en conjunto. Han sido meses difíciles, no es fácil seleccionar productos, designar competencias, responsabilidades. En ningún momento es desilusión, pienso que Córdoba tiene mucho que ofrecer, el sabor que aquí poseemos es ya de interés turístico, nuestros vinos, salmorejos, arroces, embutidos, aceites… Son un referente para cualquier gourmet y por supuesto considero necesario continuar apoyando la proyección de Córdoba. ¿Qué mejor forma de hacerlo que mediante un espacio que sea una imagen de la realidad del sabor de Córdoba? Hay una asignatura pendiente, siempre lo he dicho, y es convertir al cordobés en prescriptor de su ciudad.

Por eso Ágora sabe distinto; aquí mientras tomas una caña, un pincho de tortilla o un salmorejo puedes tomar el pulso a la realidad. El olor a sierra recuerda que Córdoba no es sólo Mezquita, es mucho más. Es Ermitas, Medina Azahara, barrios inolvidables como Santa Marina, rutas alternativas… Nuestra ubicación hace que nuestros clientes sean tan variados como caminantes que descienden de las ermitas, familias que buscan la variedad del mercado, amigos que se reúnen sin hora de quedada ni hora de salida.

-¿Qué aporta Ágora a #cometecordoba?

-Aporta una nueva manera de sentir nuestra ciudad. En cualquier momento del día, para todos los gustos y no es tan sólo una experiencia, pretende ser una filosofía. La esencia del sabor de Córdoba transmitida por empresarios locales y productos autóctonos, aderezada con las vistas inolvidables del entorno que nos rodea. Es indescriptible la sensación de bienestar que transmite el ambiente creado, la música, la climatización de las diferentes zonas y esas vistas imponentes desde lo que un día fue la Torre Blanca de Córdoba.

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