El regreso de Ben | Crítica

Buen Hedges, portentosa Roberts

Julia Roberts y Lucas Hedges interpretan a madre e hijo en esta película.

Julia Roberts y Lucas Hedges interpretan a madre e hijo en esta película.

Ni Como la vida misma, ni La extraña vida de Timothy Green hacían presagiar que Peter Hedges pudiera dirigir un drama tan intenso y tan humanamente convincente. Se podría pensar que la clave esté en que se trate de un director artesanal que ha dado con un buen guión que rueda con aplicada eficacia. No sirve: el guión es suyo. Entonces debe tratarse de una asombrosa maduración. Que además de permitirle escribir un muy buen texto y ponerlo en imágenes con inteligente y tensa contención, le ha inspirado el acierto de escoger a dos muy buenos intérpretes y hacerles dar lo mejor de ellos mismos.

En el caso de Lucas Hedges es más fácil porque, además de haber trabajado con él cuando era casi un niño, hace 11 años, en Como la vida misma, lo conocía mucho antes, tal vez mejor que nadie, porque es su padre. Así el excelente trabajo de dirección con el joven actor consagrado por Manchester frente al mar, Lady Bird y Tres anuncios en las afueras -prestigiosas naderías tan premiadas como elogiadas- es más fácil. O quizás no porque debe ser un joío que nunca quiso volver a trabajar con su padre (cosa tan poco cariñosa como comprensible, vista su filmografía) hasta que Julia Roberts le convenció.

Pero resulta que Hedges Sr. también ha de vérselas con la tan poderosa como escurridiza Roberts, las más de las veces una hermosa y amable máscara que en ocasiones, si el proyecto se lo permite, se convierte en una potente actriz dramática. Aquí recuperamos a la gran Roberts de El secreto de Mary Relly, Erin Brokovich, La guerra de Charlie Wilson, El secreto de una obsesión -mediocre remake de El secreto de tus ojos, pero en el que Roberts, cuando descubre el cuerpo de su hija en un contenedor, protagoniza una de las más desgarradoras explosiones de dolor que haya visto en muchos años- y Wonder, sus mejores películas.

Julia Roberts, su poderosa fuerza interpretativa, lo son todo en 'El regreso de Ben'

Julia Roberts lo es casi todo en El regreso de Ben. La interpretación de Lucas Hedges es magnífica, pero funciona como una réplica a su avasalladora fuerza interpretativa. La película, como el núcleo familiar protagonista, depende de ella. Un hijo que regresa en Navidad arrastrando heridas sin cerrar y adicciones sin curar. Una madre que sabe de su dolor y su fragilidad. Un duelo entre ambos. Un duelo con ella misma. Y un duelo con los otros. La difícil situación del personaje enfrenta a Julia Roberts a estas tres luchas.

Estamos en el terreno más peligroso, el del melodrama familiar ambientado en las fechas más sentimentales del año. Pero Hedges triunfa gracias a la férrea flexibilidad de su guión, que parece que deja respirar en libertad a sus personajes, a su sobria e inteligente dirección, a su fabulosa dirección de actores y a los talentos de Roberts y Hedges Jr. Tal vez, quién sabe, porque con cautela e interponiendo filtros, el director hable de un dolor personal. Por eso no necesitaba meterse en los vericuetos últimos. No hacían falta más emociones. Bastan las humanas de la lucha de esta madre por su hijo. Nada es más poderoso que la vida. Y esta película la atrapa.

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