Algo salvaje. La historia de Bambino | Crítica

Pasión y desbordamiento domesticados

Miguel Vargas, 'Bambino' (1940-1999).

Miguel Vargas, 'Bambino' (1940-1999).

Tal vez la figura salvajemente melancólica e indomable de Miguel Vargas, ‘Bambino’, necesitaba un tono menos académico o un formato más atrevido que el de este documental de Paco Ortiz que le rinde merecido homenaje con un exceso hagiográfico.

Dos malas decisiones lastran además el discurso convencional de testimonios de expertos (Cristina Cruces y Fidel Moreno al frente), colaboradores (Santisteban, Távora, García Pelayo), amigos o admiradores (Mercé, Bunbury, Pitingo, García-Alix, Carmona, Los Del Río, Nazario) que glosan y ponen en contexto su trayectoria desde las peñas de Utrera, los tablaos y las salas nocturnas de Madrid y Barcelona, hasta el ocaso y la retirada en su pueblo natal, donde fallecería en 1999 con apenas 59 años que en realidad parecían muchos más: por un lado, unos interludios cósmicos sobre su lugar en la constelación del flamenco; por otro, unas breves e innecesarias reconstrucciones ficcionales narradas por la voz engolada de Carlos Herrera.

Más allá de estas derivas destinadas a engordar artificialmente el metraje, Algo salvaje tiene sus mejores instantes, como suele suceder, en ese material de archivo, actuaciones filmadas o de televisión y algunas entrevistas poco conocidas, que en el caso de Bambino, “artista de artistas” (Camarón) poco dado a las apariciones mediáticas, adquieren si cabe un valor añadido en la reconstrucción de un personaje ambiguo y escurridizo, carne trágica hecha canción, maestro indiscutible de la rumba flamenca que siempre puso por delante el arte desgarrado de la interpretación y que se dejó la piel, el sudor y la garganta en las miles de actuaciones y discos mal grabados de una carrera que arrancó en la España marginal de los años sesenta, estalló popularmente en los setenta y declinó irremediablemente en los ochenta cuando la singularidad genuina de su arte tampoco supo o quiso evolucionar demasiado.