En otro lugar | Crítica

Irrealismo cántabro

Una imagen reveladora del filme que dirige Jesús del Cerro.

Una imagen reveladora del filme que dirige Jesús del Cerro.

Mientras el jartible de Revilla volvía a visitar por enésima vez ese espacio de atontamiento de masas que es El Hormiguero, veíamos en primicia la que bien podría ser pronto su película favorita, esta sonrojante En otro lugar que embute en su formato de tv movie y en su no menos delirante trama mágico-romántica-rural unos esplendorosos paisajes de los valles, senderos, riscos y riachuelos cántabros a vista de drone.

Cuento bobalicón y buenrollista sobre el regreso a las raíces y los reinicios vitales, el filme viene protagonizado por Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol, viejos conocidos de aquella infame UPA Dance a los que el tiempo no ha hecho madurar ni mejorar en sus dotes interpretativas. Los dos encarnan a tío (gay) y sobrino (arquitecto atolondrado) en su viaje a los verdes prados para hacerse cargo de una herencia familiar consistente en una burra y dos vacas lecheras, risible pretexto para una comedia de rancio costumbrismo, re-enamoramientos y mensajes de tolerancia donde todos y cada uno de los personajes parecen literalmente figuras recortables sobre los decorados y localizaciones de film commission.

Que en pleno debate abierto sobre las carencias, olvidos y trampas de la nueva Ley Audiovisual este subproducto de corte televisivo y blandenguería infantiloide haya llegado a las salas con más de 50 copias, es una nueva constatación del timo y la escasa vergüenza que siguen campando hoy a sus anchas en el negocio del cine español.