Reverso. Thriller, España, 2015, 94 min. Dirección y guión: Carlos Martín. Fotografía: Luis Ángel Pérez. Música: David García-Morales. Intérpretes: Iván Hermés, Raúl Mérida, Elena Ballesteros, Sara Sálamo, Mariana Cordero. 

Con su película de debut, con hechuras de serie B y bajo presupuesto a máximo rendimiento en tarifa nocturna, Carlos Martín pretende inscribirse claramente en la división de los cineastas integrados, a saber, en la lista de aquellos que podrían, con un poco de suerte, acudir raudos a la llamada de Mediaset o Atresmedia para dar el salto a la profesionalización como Dios manda.

Reverso se entiende así como carta de presentación y tarjeta de visita, un filme de género, digamos thriller psicológico, que demuestra que Martín es un realizador aplicado que se sabe al dedillo los trucos de la acción, los movimientos de cámara más molones, los triles de guión, los efectos sonoros y musicales adecuados y demás recursos que, hoy por hoy, confirman el sello de buena factura en los modelos comerciales de la industria.

Pero, más allá de todo esto, lo que cuenta Reverso es pueril y ridículo, a saber, un tramposo desdoblamiento de Caín y Abel jugando a los retos violentos entre descampados industriales y paisajes de la periferia urbana que confirman tanta solvencia para la imitación como escasa originalidad y madurez para los planteamientos y los desarrollos. Lo dicho, por aquí se empieza.