Crítica 'Amigos para siempre'

Regresión en la granja

Amigos para siempre. Animación infantil, Ale-Ita-Fra, 2009, 73 min. Dirección: Tony Loeser, Jesper Møller. Guión: H. Heine, G. Von Radowitz, B. Von Borries. Música: Andreas Hoge.

Hay que restregarse los ojos para comprobar que una cinta de animación infantil como Amigos para siempre pertenece a nuestra era y no es una reposición oportunista de algún viejo título del catálogo más cutre de la animación europea televisiva. Y es que la cinta alemana de Loeser y Moller nada tiene que ver ni con la nueva deriva digital y tridimensional del género ni menos aún con los tratamientos renovados del stop-motion tradicional, y sí mucho con una concepción anacrónica y bastante descuidada del dibujo animado de trazo grueso y fondos y recursos muy pobres que hacen pensar en un estadio muy primitivo del género ajeno a toda estética que pueda suplir la sensación de libro ilustrado puesto en imágenes para las retinas más preescolares y menos exigentes. Por si esto no fuera poco estímulo para el adulto acompañante, Amigos para siempre vuelve a la granja como paraíso para la fábula sobre libertad, la solidaridad y la reivindicación de la identidad de un puñado de gallinas, corderos, vacas, cerdos y caballos parlanchines liderados por un ratón (Johnny Mauser) empeñado en convertirse en una estrella. Muy poca cosa, me temo, para que la experiencia familiar de tarde en el centro comercial merezca la pena y el dinero.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios