Cine

'Buenos principios', Charlotte Gainsbourg y familia

  • El realizador francés Yvan Attal dirige a su mujer e hijos en una comedia dramática basada en la novela de John Fante 'Al oeste de Roma'

Yvan Attal, en 'Buenos principios'.

Yvan Attal, en 'Buenos principios'.

Por "cuestiones de calendario", el director Yvan Attal no ve mucho a su familia: ni a su esposa, la actriz Charlotte Gainsbourg, ni a sus hijos. Por eso, cuando empezó a trabajar en la cinta Buenos principios, que se estrena este viernes, decidió incluirlos en el elenco protagonista.

"Tener a mis hijos y a mi mujer en el set, interpretando a mi familia en la película, es un privilegio. Hay una intimidad en la cinta que, de otra manera, no habríamos podido recrear", asegura el director y protagonista de esta comedia con tintes dramáticos, basada en la novela de John Fante Al oeste de Roma.

Cuenta Attal (Israel, 1965) que el proyecto para llevar la novela al cine se remonta a hace 20 años, aunque entonces lo rechazó. "Me faltaba madurar, entender en qué consistía ser padre. Creo que en ese momento no habría podido llegar a esta cinta. Con los años, el libro se convirtió en el favorito de mi hijo Ben (Attal, que también interpreta a su hijo en la cinta) y fue él quien me convenció de retomar el proyecto", explica.

Attal interpreta a Henri, un escritor de mediana edad que desde hace varias décadas se enfrenta al síndrome del folio en blanco. El autor vuelca toda su frustración contra su familia, que lleva construyendo 20 años, y personifica en ellos sus desilusiones. "Está enfadado, molesto, pero ama a su familia por encima de todas sus quejas -asegura el realizador-. Por supuesto, me identifico con él: yo también amo a mis hijos, pero a veces los odio y me digo que debería pensar más en mí".

El protagonista de la cinta vive en una gran casa, un capricho de juventud que su esposa odia, en un pueblecito de la costa francesa. Allí convive con su familia desde hace más de dos décadas: su esposa (Gainsbourg) y sus cuatro hijos, a quienes responsabiliza de sus errores.

Del día a la mañana, la familia encuentra a un perro grande, al que llaman Estúpido. Pese a que la matriarca no quiere tenerlo en casa, el escritor decide quedárselo, dando pie a una serie de discusiones calladas durante años. "Es una historia sobre la vida -dice el realizador-. En Buenos principios la verdad traspasa la pantalla: en parte porque Charlotte es una actriz increíble, pero sobre todo porque nosotros estamos juntos, nos hemos reído y hemos compartido muchas cosas".

Una intimidad que no se ha visto afectada por su trabajo simultáneo como director de la cinta, según cuenta Attal. "No ha sido tan complicado dirigir y actuar a la vez porque he sabido delegar. Creo que ha sido más agotador para el resto que para mí, porque he estado muy controlador. Woody Allen lo ha hecho, y Clint Eastwood, entre otros; no es tan difícil. Con honestidad, muchas veces los directores no aportan nada a sus actores", añade.

Con Buenos principios, Attal cierra una trilogía que comenzó a rodar con Gainsbourg hace varias décadas. Pese a que las películas no estaban concebidas como saga, Mi mujer es una actriz (2001) e Ils se marierent et eurent beaucoup d'enfants (2004) explican, junto a Buenos principios, el ascenso y desgaste de un matrimonio a lo largo de 20 años.

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