Los ataques a iglesias de Chile por lo visto no son noticia. La Iglesia sólo lo es cuando le afectan escándalos.

Iglesias le refregaba el domingo a Sánchez lo de que no podría dormir con ministros de Podemos en su Gobierno.

Aplíquese la frase de Burke: "Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada".

Ni xenofobia, ni ceguera buenista: realismo humanitario, solidaridad actuante y rigor legal.

Lenin, Stalin y Mussolini reciben homenajes en sus tumbas. Ya se verá qué pasa con Franco.

Hasta las crisis económica y política hemos sido un país de centroderecha y centroizquierda.

Los incendios parlamentarios de septiembre y octubre de 2017 fueron más graves que los de los contenedores.

Según la sentencia "los ilusionados ciudadanos" fueron engañados por los políticos. Pobrecitos.

Antes del 10-N valoren lo que ha traído el voto del cabreo a estadounidenses, italianos y británicos. Y no sólo a ellos.

En tiempos de oír y olvidar la capacidad de Sánchez para contradecirse con naturalidad es muy conveniente.