Bienal de Flamenco

A vueltas con una polémica añeja

  • La relación entre Camarón y Paco de Lucía se convierte, con Chispa como protagonista, en el tema central de la cuarta jornada del encuentro.

Sobre el salón de actos del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla planeaba un tema espinoso ayer, en la cuarta jornada del I Simposio InternacionalPaco de Lucía. Fuente y Caudal. La segunda ponencia del día se tituló Paco y Camarón, pero bien pudo llamarse Los altibajos de la relación entre José Monge y Francisco Sánchez Gómez. Para retratarla, un elenco de personajes cercanos a los dos artistas se reunieron en torno al moderador, Juan José Téllez: Enrique Montiel, biógrafo de Camarón de la Isla; Ricardo Pachón, productor de La leyenda del tiempo, Montero Glez, autor de una novela protagonizada por el cantaor; y José Luis Ortiz Nuevo, el primer director de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Sin embargo, las miradas estaban puestas sobre la quinta invitada: Dolores Montoya, Chispa, viuda de Camarón y figurante en los momentos de desencuentro de los dos genios gaditanos.

Conocedor del interés que despertarían las declaraciones de Montoya, Téllez dejó su intervención para el final y la protagonista no defraudó cuando achacó a Ramón de Algeciras, hermano de Paco de Lucía, que el guitarrista algecireño no fuera a ver al cantaor en sus últimos días. "Paco se lamentó de aquello toda su vida", sentenció. La viuda de Camarón cambió de tercio para recordar la compenetración entre su marido y quien fue su acompañante en sus nueve primeros discos, pero más tarde volvió a la controversia al hacer referencia al reparto de los derechos de autor de las obras en las que colaboraron los dos artistas gaditanos. "Si aquí no hay nada, no hay nada para nadie; pero si hay algo, vamos a repartirlo", dijo Montoya, que también recordó la mala racha que pasó el cantaor cuando Paco de Lucía dejó de acompañarlo para comenzar su carrera en solitario. Chispa rememoró cómo, ante la cercana muerte de su esposo, le recomendaron pedir la cesión de los derechos, aunque rehusó hacerlo. "Yo dije que no se hiciera nada, pero, a día de hoy, no nos han cedido ni un tema", explicó.

Entre los ponentes se abrió un debate sobre los derechos de autor, donde el escritor Montero Glez defendió la postura de la viuda de Camarón e, incluso, se comprometió a donar a la familia del cantaor la mitad de los beneficios de Pistola y cuchillo, la novela que protagoniza el artista de San Fernando. Pero para el autor madrileño no todo fue desencuentro, ya que en su intervención previa aseguró que cantaor y guitarrista no son nada por sí solos. "Se completan el uno al otro y el otro al uno. Se hacen inmortales. Cuando esto sucede, es metafísicamente imposible que esas dos personas se lleven mal", declaró Glez.

En esa relación incidió también el biógrafo de Camarón, que destacó que el tocaor siempre dejaba el papel protagonista a su "inolvidable" compañero. "En esas ocasiones, Paco de Lucía era el hombre tímido que se esconde detrás de una guitarra", afirmó Montiel.

El contrapunto a esta intensa conferencia corrió a cargo de Ricardo Pachón y José Luis Ortiz Nuevo, que se encargaron de relajar el evento con intervenciones plagadas de vivencias. El primero recordó hitos de la relación de este tándem, como una ocasión, en el Madrid de los 60, donde unos jóvenes José y Paco sobresalieron en una velada con dos figuras como Antonio Mairena y Melchor de Marchena. Ortiz Nuevo, por su parte, hizo un recorrido por las bienales en las que participaron ambos artistas, aunque lamentó que nunca lo hicieran de forma conjunta. Una actuación que estaba pensada para la inauguración de la edición de 1992, un sueño truncado por el fallecimiento del isleño el verano de ese mismo año.

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