Carmen Linares. Cantaora

"En la poesía de Miguel Hernández se esconde un hombre con mucho amor por la vida"

  • Carmen Linares interpreta este domingo en el Teatro Maestranza 'Oasis abierto', su homenaje al autor alicantino · La cantaora señala "paralelismos" entre la obra del escritor y el flamenco.

Con la misma delicadeza e inteligencia con que siempre ha concebido su oficio, Carmen Linares revisa la palabra de Miguel Hernández en Oasis abierto, el espectáculo que presenta mañana en el Teatro de la Maestranza. La cantaora ha querido ofrecer en este montaje donde cohabitan "la poesía, la historia, la luz, las imágenes y la música" un perfil diferente del alicantino, una semblanza en la que se suavizan los trazos más conocidos del poeta para "apostar por lo que fundamentaba su obra, la afirmación de la vida" y alumbrar en toda su plenitud a un hombre frente a sus sentimientos.

-Oasis abierto se diferencia de otros retratos de Miguel Hernández en que hace hincapié en los vínculos del poeta con la vida.

-Sí, era un poeta muy vital, y hemos intentado reflejar eso en este concierto. Evidentemente, su compromiso queda también recogido, porque era un poeta que denunciaba las cosas que pasaban, pero también un hombre con mucho amor, con amor a la vida, de pareja, de padre... Hay muchos colores dentro de su poesía.

-Ha contado con dos profesionales en principio ajenos al flamenco, el músico Luis Pastor y el director de escena Emilio Hernández.

-Luis me pasó textos que tenía musicados de Miguel Hernández cuando se enteró de que iba a hacer un concierto sobre él. Y ha sido un regalo: me permite tener otros registros en la voz, cantar con piano... Aunque a él yo lo veo muy andaluz [en realidad es extremeño], y, de hecho, él me confesó que era un niño de copla que había renegado de aquello y que ahora ha vuelto al tema [se ríe]. Y Emilio ha hecho un montaje muy sencillo, ha ordenado todo lo que planteábamos, y como director escénico ha aportado un lenguaje que ha sido muy efectivo, con luces y vídeos.

-¿Y qué puede contar de la presencia de Tomasito? Parece un contrapunto para que el homenaje no caiga en la solemnidad.

-Sí, digamos que es un contrapunto más joven. Él hace el Silbo del dale, lo baila, lo rapea, lo canta. Ayuda a descargar ese dramatismo que tiene la historia en otros momentos, porque el espectáculo tiene pasajes muy dramáticos. Y con él están tres voces maravillosas, Carmen Amaya, Rosario Amador y Ana María González.

-Usted que ha adaptado a otros poetas como Juan Ramón Jiménez o García Lorca, ¿cómo ve, en comparación, enfrentarse a los versos de Miguel Hernández?

-Hacer aquel disco de Raíces y alas, con la poesía de Juan Ramón Jiménez, fue un proceso más complejo, por la métrica de los poemas. Tuvimos que hacer una música especial, que compuso Juan Carlos Romero, pero era importante que no nos olvidáramos del flamenco. La gente cree que me salgo del tiesto en lo que hago, pero siempre hay una expresión flamenca, siempre parto de ahí, que es lo que yo sé hacer. Esta vez ha sido más sencillo. Miguel Hernández era un poeta muy del pueblo, yo creo que se da un paralelismo entre la música popular y el flamenco y su poesía. En su métrica, su sonoridad, había algo cercano que te hacía pensar en una bambera, o en una seguiriya...

-¿Qué opina de que el legado de Miguel Hernández haya acabado más cerca de su tierra, Linares, después de que la familia haya trasladado los archivos desde Elche a la localidad de Quesada?

-No puedo opinar de esa polémica, porque no he entrado, no estoy bien informada. Sé que la heredera no estaba contenta con cómo se habían llevado las cosas, primero en Orihuela y luego en Elche. Sí me gustaría que se solucionara todo y que la gente pudiera consultar su legado. Yo lo vi en Elche y me produjo muchísima emoción. Ojalá que la gente que admira al poeta pueda tener acceso a sus cosas.

-Es la cantaora más respetada de su generación. Ese prestigio que se ha ganado, ¿impone o es algo a lo que uno se acostumbra?

-Yo no querría acostumbrarme a eso. Agradezco mucho cuando piensan en mí y me colocan entre los grandes, pero yo prefiero seguir aprendiendo, seguir luchando. Lo que sí tengo claro es que siempre voy a estar al servicio del flamenco, que es la música que más me gusta, y voy a tratar siempre de situarla lo más alto que pueda, y llevarla con la mayor dignidad, poniendo toda la energía de la que dispongo. A mí el flamenco me ha dado muchísimas satisfacciones. Cuando tú llevas años de trabajo, cuando conoces bien una música, aprendes a disfrutarla, y eso te da mucha paz.

-Usted colaboró en el disco Homenaje a Enrique Morente con que Los Evangelistas recordaban al cantaor. ¿Estará en el concierto que ofrece el grupo el día 29 en el Teatro Central?

-Voy a ir, claro, porque estoy encantada de que Los Evangelistas [formación que surge de la unión de Antonio Arias, de Lagartija Nick, con J, Florent y Eric, de Los Planetas] hayan hecho ese trabajo sobre Enrique. Estará su hija Soleá y yo me emocionaré mucho, como me ocurrió en Madrid y en otros sitios. Quiero apoyarles por el cariño que les tengo, porque son buenos artistas y porque creo que mi compadre Enrique se lo merecía.

-O sea, que el público la va a ver dos veces esta Bienal.

-Sí, pero mi presencia en el concierto de Los Evangelistas será breve. En principio sólo canto una seguiriya, pero voy a estar allí con toda mi alma.

-En Remembranzas, su último disco, aparecían dos temas que se oyen en este Oasis abierto. Pero ¿tiene previsto grabar un elepé con el repertorio de este espectáculo?

-Me gustaría sacar un DVD, porque es un concierto muy visual, muy bonito. A ver si me lío la manta a la cabeza y lo saco. Tengo mi propio sello, con el que puedo publicar mis proyectos. Y éste es un trabajo atemporal, que no se hizo para ningún aniversario, lo puedo sacar en cualquier momento.

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