Sevilla

La sentencia del Cuco deja fuera al hermano de Carcaño

  • La absolución del que fuera menor del asesinato y violación de Marta exculpa a priori a Javier Delgado, que no puede ser condenado por ayudar a los encubridores del crimen.

La absolución definitiva de Francisco Javier García Marín, el Cuco, del asesinato y violación de Marta del Castillo beneficia, sobre todo, al hermano de Miguel Carcaño, que prácticamente está fuera del caso con este fallo. Aunque el tribunal que absolvió al que fuera menor ya advirtió que esta sentencia no es vinculante para el tribunal que actualmente enjuicia a los cuatro adultos ni lo condiciona en ningún sentido, lo cierto es que esta resolución sí está anticipando, por varios motivos, el desenlace del proceso. Para empezar, porque son ya dos instancias judiciales -el juez de Menores y la Audiencia de Sevilla- las que se han pronunciado sobre cómo ocurrieron los hechos en el piso de León XIII y las personas que se vieron involucradas.

La sentencia del Cuco declaró probado que el asesino confeso, Miguel Carcaño, mató a Marta del Castillo y que los otros implicados colaboraron para deshacerse del cuerpo, pero rechazó que la joven sufriera una agresión sexual. Sobre esta violación, la única prueba que existe es el testimonio del principal inculpado, que inicialmente se incriminó él mismo y al menor, y después aseguró que se lo inventó todo por "venganza" y porque quería eludir un juicio con jurado. No hay ninguna prueba sólida. La ausencia de un cuerpo al que poder practicar la autopsia ha impedido además que se pudieran obtener otras pruebas y análisis científicos para tratar de acreditar esa supuesta violación. Los continuos cambios de versión de Miguel Carcaño, no han hecho más que arrojar nuevas dudas sobre la agresión sexual. Con la declaración de la semana pasada en el juicio, el asesino confeso ha realizado ya nueve declaraciones -tanto en la Policía como en sede judicial- en las que ha ofrecido cuatro versiones diferentes de los hechos.

La absolución del Cuco favorece principalmente a Javier Delgado, el hermano de Miguel Carcaño, por cuanto el delito de encubrimiento que se le imputa encontraba su explicación en haber ayudado presuntamente a encubrir al menor, quien según las tesis del fiscal y la acusación particular es el autor material del crimen y de la violación, al haber asfixiado a Marta con el cable de una alargadera.

Las acusaciones han pedido una condena de tres años para el hermano de Carcaño por un delito del artículo 451.2 del Código Penal, que castiga a los que "oculten, alteren o inutilicen el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito, para impedir su descubrimiento".

Javier Delgado tampoco puede ser condenado por encubrir a su hermano Miguel, ya que le protege la excusa absolutoria del artículo 454 del Código Penal, que le exime de la posible responsabilidad por razón de su parentesco. De la misma forma, no puede ser condenado por encubrir a los otros imputados, Samuel Benítez y su novia María García, porque estos también están implicados a título de encubridores, no como autores materiales o cómplices.

El hermano del asesino confeso también se enfrenta a otra misma condena de tres años por un delito de amenazas condicionales, por haber intimidado supuestamente al Cuco después de que éste se presentara en la vivienda de León XIII y le observara mientras manipulaban el cuerpo de Marta. Francisco Javier García Marín ya se ha retractado tanto en la Fiscalía de Menores como en su juicio de estas acusaciones, por lo que si el próximo martes, cuando declare en el nuevo juicio, persiste en exculparse y en negar las amenazas de Javier Delgado, el tribunal tampoco tendrá una prueba directa para condenarle por este delito. Y si no puede ser considerado responsable del encubrimiento y de las amenazas, también se caería la pena por el delito contra la integridad moral, por el daño causado a la familia de Marta al no haberse recuperado el cuerpo por la negativa de los imputados a revelar el destino que le dieron.

Algunas de las repercusiones de la sentencia ya fueron analizadas por los propios magistrados de la Sección Tercera en la sentencia que el pasado viernes absolvió al Cuco y en la que abogaron por una reforma legislativa que acabe con el doble enjuiciamiento de un mismo delito en el que aparecen implicados adultos y menores de edad. Así, Francisco Javier García Marín ha sido condenado como encubridor de un delito que no ha sido juzgado y sobre el que no hay sentencia, si bien la conducta que describió Miguel Carcaño cuando declaró la semana pasada en el juicio le atribuye esa participación al Cuco, con lo que también viene a corroborar esa condena con su propio testimonio.

Desde esta misma perspectiva, cabe preguntarse si Miguel Carcaño ya está condenado antes de que finalice su juicio, puesto que dos instancias judiciales -aunque ninguna que le correspondía enjuiciarle- ya le han considerado culpable de la muerte de Marta. El peligro, como advierte la sentencia del Cuco, está en la posibilidad de dar lugar a "sentencias contradictorias difíciles de entender por la ciudadanía". Habrá que esperar al fallo de la Sección Séptima para ver si se producen finalmente esas contradicciones o el puzle del caso Marta y los dos juicios acaban teniendo cierta coherencia, al menos en el plano jurídico.

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