El desafío soberanista catalán según Manuel Clavero

"Es preferible el café para todos que para uno solo"

  • Manuel Clavero Arévalo, impulsor del modelo territorial español y que ha fallecido a los 95 años, hablaba en 2015 que el Estado tenía instrumentos jurídicos para que no prospere el pulso secesionista en Cataluña.

"Es preferible el café para todos que para uno solo"

"Es preferible el café para todos que para uno solo"

Las opiniones de los andaluces sobre el polvorín secesionista en Cataluña abarca todo el arco de las sensibilidades: desde el hartazgo a la preocupación, desde las posturas dialogantes a las más intransigentes, desde los fieles al cumplimiento de las leyes actuales a los que piensan que hay que restructurarlo todo.

La indignación en 2010 por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut al estimar que carecen de eficacia jurídica las referencias de nación abrió la caja de los truenos y en 2015 el desafío soberanista catalán ha llegado a tal extremo que el órdago a la grande ya está encima de la mesa.

¿Qué ocurrirá ahora? ¿Cuáles son los recursos constitucionales de que dispone el Estado español si quiere hacer frente a este salto promovido por Junts pel Sí y la CUP? ¿Era necesaria o no la criticada reciente reforma de la Ley Orgánica del TC que permite las ejecuciones de sus resoluciones como garantía del Estado de Derecho y, en el caso de incumplimiento por parte de las autoridades o empleados públicos, poder suspender de sus funciones a los responsables?

¿Es conveniente recurrir al tan nombrado artículo 155 de la Constitución para contener el estallido secesionista de Artur Mas y sus aliados? La Carta Magna refleja en este punto que "si una comunidad autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general".

Algunos recalcan que sería una temeridad llegar a este punto; otros no lo ven así. Hay muchos asuntos de interés sobre el tapete constitucional a propósito de Cataluña y sobre ellos habla Manuel Clavero Arévalo. "Se trata de algo inviable y además inconstitucional", arranca el catedrático de Derecho Administrativo sobre la declaración independentista unilateral; "por tanto, no tiene prosperidad ninguna. Lo que realmente me extraña es que la autonomía de Cataluña y sus aspiraciones, siempre en manos de la burguesía, de Convergència, hoy lo están en una izquierda bastante radical. El TC ya declaró que sería inconstitucional un referéndum sobre la independencia. Si ahora llegara esa decisión de independencia, no cabe duda de que el TC volvería a declararlo inconstitucional y, además, se ha completado la Ley Orgánica del TC".

Ve con buenos ojos el ex ministro dicha reforma, a pesar de algún matiz: "Ha tardado en materializarse y se ha hecho aprisa, pero a mí me parece bien, porque no hay un tribunal en España y en ningún país que no tenga competencias para ejecutar lo que él ha decidido. Con anterioridad podía interpretarse que esa competencia era de ellos, pero ahora ya está previsto no sólo para decidir sino para ejecutar lo decidido. Como marca la Constitución".

Esta revisión del TC puede servir como freno para no tener que recurrir al cacareado artículo 155... "Esta reforma está de lleno en el 155 de la Constitución. Ya es un tema político aplicar el artículo en el momento que se haya ya acordado llevar a cabo algo contra el interés de España. Si un presidente o una comunidad hacen algo en contra del interés general, puede intervenir el Senado y que esté disuelto, como ahora, no significa que la Comisión Permanente no tenga competencias. Una decisión de independencia va contra el interés general y se tendrían que tomar las medidas necesarias para el cumplimiento forzoso, aunque sería de las últimas a adoptar porque hay otras previas para anular ese intento, como el recurso de inconstitucionalidad, y ese hecho produce el efecto inmediato de suspensión, aunque luego se dictará la sentencia".

Clavero Arévalo repite una y otra vez en su discurso el término constitucional, aferrándose a lo que marca la ley, la Carta Magna, para resolver un espinoso asunto que "es un pulso, pero no de ahora, históricamente se ha producido. Cuando se promulgó la República del 31, la Generalitat adoptó el acuerdo del estado de Cataluña y tuvieron que ir varios ministros del Gobierno para intentar evitar aquello; en el 34 hubo un levantamiento de independencia que tuvo que ser cortado de raíz por el Estado. No estamos en presencia de algo nuevo, ha estado en los hábitos de Cataluña".

El fin que vislumbra el catedrático andaluz es meridianamente claro: "Esto acabará con una sentencia del TC declarando la nulidad y, si se resisten a llevarla a cabo, no le digo lo que supondría esto en Europa. En Cataluña quizás no se haya explicado debidamente que salir de España es también salir de Europa. El Estado tiene instrumentos necesarios para cortar el acuerdo que tomaron el otro día, que no es más que el inicio del proceso para terminar en la independencia".

Aborda el profesor Clavero Arévalo también el debate sobre la posible reforma de la Carta Magna, advirtiendo que "si consiste en declarar la independencia de Cataluña, eso no es posible; otra cosa es si es pertinente reformarla por otras cuestiones. Hoy hay dos partidos favorables a hacer una Constitución nueva, cambiándola del principio al final, entre otras cuestiones, la monarquía. El PSOE quiere una revisión, pero Podemos habla de un proceso constituyente y meterse en ese berenjenal del cambio de Constitución creo que conduce a un desastre. Una reforma requerirá, como la del 78, un consenso que hoy lo veo muy difícil entre los partidos porque hay posiciones totalmente encontradas".

El actual modelo territorial en España, resumido en el famoso "café para todos", se debe a Clavero Arévalo, que argumenta contra los críticos sobre las 17 comunidades autónomas. "La Constitución hizo la referencia al País Vasco, Galicia y Cataluña, sin citarlos, pero por haber tenido estatutos previos. Y yo pienso qué pasaría si sólo se le hubieran reconocido a estas tres esa condición, ¿se hubieran quedado cruzados de brazos los otros? Es un derecho que no sólo pertenece a unas partes de España, sino a todas, y la Constitución las reconoce. Es preferible un café para todos que un café para uno solo".

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