Alpujarra

La Alpujarra, adalid de su patrimonio e historia

  • Los ayuntamientos de Fondón, Fuente Victoria y Laujar de Andarax llevan años de cruzada para rehabilitar monumentos y edificios que atesoran un valor incalculable

  • La última ‘conquista’, la apertura como biblioteca y museo de la Casa Palacio de Los Moya

La Alpujarra, adalid de su patrimonio e historia

La Alpujarra, adalid de su patrimonio e historia

La provincia de Almería cuenta con un importante y rico patrimonio cultural que, en determinados casos, ha sido víctima del abandono y su consiguiente deterioro. Para evitar esta pérdida de identidad histórica, muchos ayuntamientos se han lanzado a su particular cruzada para impedir que una parte de su idiosincrasia muerda el polvo.

Un claro ejemplo lo tenemos en la comarca de la Alpujarra Almeriense, concretamente en el círculo que completan Laujar de Andarax, Fondón y Fuente Victoria. Un trío de consistorios, en pleno corazón alpujarreño, que ha sabido en estos últimos años utilizar todas las herramientas a su alcance para poner en valor su patrimonio y que siguen trabajando en estos momentos en nuevos proyectos porque tal y como apunta el regidor de Fondón, Valentín Martín, “tan importante es recuperar el patrimonio como darle un uso cultural y de ocio”.

En el caso de Laujar de Andarax, el más activo estos últimos años, el Ayuntamiento inauguró a principios de este mes la Casa Palacio de Los Moya Centro Cultural Hispano - Filipino, un inmueble del siglo XVIII que a partir de ahora albergará la Biblioteca Municipal Francisco Villaespesa, un museo dedicado a Pedro Murillo Velarde y otras salas destinadas a exposiciones o para otras actividades.

La alcaldesa de Laujar de Andarax explica que si este inmueble no lo hubiese adquirido el Ayuntamiento se podría “haber venido abajo”, y añade que, a través de su rehabilitación y puesta en valor, se ha convertido “en una seña de identidad, en un patrimonio que tenemos que proteger y en un espacio que desde ya disfrutan todos los vecinos, además de un importante reclamo turístico”.

Una obra que supuesto una inversión de 480.000 euros en los que ha recibido ayuda de Diputación que también está detrás apoyando otro proyecto para el mantenimiento del patrimonio como es el caso de la plaza de toros, con una inversión de 313.000 euros, que permitirá al consistorio laujareño sumar este enclave como punto de encuentro para la celebración de “festejos taurinos menores y actividades culturales al ser un espacio escénico al aire libre”, especifica la regidora.

En julio del año pasado Fuente Victoria consiguió la titularidad del Palacio del Rey Chico. En julio del año pasado Fuente Victoria consiguió la titularidad del Palacio del Rey Chico.

En julio del año pasado Fuente Victoria consiguió la titularidad del Palacio del Rey Chico. / (Fuente Victoria)

Más complicada y ardua es la problemática que envuelve al inmueble más grande de la localidad y quizás el más antiguo y simbólico. Se trata del Convento de San Pascual Bailón, con una extensión de más de 3.000 metros cuadrados y que fue construido por la Orden Franciscana en el siglo XVII, siendo fundado en 1691 por el laujareño fray Antonio Murillo-Velarde y que, tras siglos de esplendor, ahora presenta un avanzado estado de abandono que hace peligrar que siga manteniéndose en pie.

En 2016, el Ayuntamiento ya inició una campaña de concienciación para rehabilitar este inmueble con el lema “porque está en nuestras manos no perder nuestra historia” para recaudar fondos pero a día de hoy, según Morales, “solo tenemos en mente rehabilitar al claustro que es de titularidad municipal, el resto pertenece a muchos herederos y hay litigios por lo que es complicada la situación”.

E incluso para acometer la rehabilitación del claustro, desde el Ayuntamiento se muestran cautos porque aún no se ha hablado con ninguna administración al suponer también un importante desembolso económico.

A escasos kilómetros de distancia, en Fuente Victoria, Entidad Local Autónoma dependiente de Fondón, también trabajan a marchas forzadas en un gran proyecto con el que poner en valor su último logro patrimonial: el Palacio del Rey Chico. Su importancia radica por ser el tipo de vivienda que más ha persistido, dentro de la arquitectura doméstica almeriense y que íntimamente va ligada a una clase social económicamente poderosa pese a que su estado casi de abandono atestigüe lo contrario. Su caracterización actual testimonia el auge económico en la Alpujarra almeriense durante el siglo XVIII, y la instalación de la pequeña nobleza en la zona, vinculándose a actividades de producción agrícola. Cuenta con unos 2.000 metros cuadrados construidos en cuatro plantas con un jardín de 2.500 metros cuadrados. El inmueble, que hasta el año pasado pertenecía a la familia Hita, lo adquirió a principios del siglo XX a su anterior propietario, Manuel Loyzaga.

El Palacio del Rey Chico aspira a ser en el futuro un parador o pequeña hospedería

Además de vivienda, hasta hace unos años, la casa ha tenido usos tan dispares como almazara o secadero de jamones. Hay que recordar que su expediente como Bien de Interés Cultural se inició por resolución de la Consejería de Cultura de la Junta en diciembre de 1989. Desde ese momento se le han buscado muchos usos para poder impulsar su rehabilitación como residencia de ancianos, parador, alojamiento turístico, etc., pero hasta el momento ninguno ha terminado fructificando hasta que definitivamente el Ayuntamiento de Fuente Victoria negoció con la familia para adquirirlo tras vender varias viviendas de titularidad municipal.

Ahora, tras unas pequeñas obras de rehabilitación, la ELA busca dar el siguiente paso y llevar a cabo una rehabilitación integral con la ayuda de Diputación. “Javier Aureliano García (presidente de Diputación) ha manifestado en dos ocasiones que existe el compromiso de la institución para llevar a cabo una actuación especial”, explica a este periódico el alcalde José Manuel Montero.

El objetivo es convertirlo en un parador o pequeña hospedería con la que potenciar este inmueble como activo turístico y económico y para ello Montero también ha tocado las puertas de la subdelegación del Gobierno con Manuel de la Fuente “con el que tenemos una gran sintonía y nos ayudaría a tocar las puertas del Ministerio de Cultura con el almeriense José Guirao al frente”, afirma el regidor.

De forma paralela, el regidor también trabaja a destajo para poder abrir este mes de octubre la casa rural que se ubica en al primera planta de la antigua Casa Consistorial (es BIC) tras acometer las obras de rehabilitación y redoblar esfuerzos para hacer lo propio con la segunda vivienda ubicada en la segunda planta. “O buscamos entradas económicas alternativas o los ayuntamientos pequeños estamos vendidos”, lamenta Montero.

En Fondón, su homólogo Valentín Martín, está trabajando en ampliar el convenio suscrito con la familia Aguilera para poder explotar cinco años más la almazara que data de principios del siglo XIX (sería en total una década) para convertirla en un museo del aceite. “Pero antes de realizar inversiones y trabajar en el proyecto tenemos que asegurarnos que vamos a poder conseguir rentabilidad tras la inversión”, añade.

Proyectos que ejemplifican la implicación de estos tres regidores en pro de recuperar y mantener su historia.

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