La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El ministro pulga y enemigo de los bares

Garzón no tiene sentido de la oportunidad, está empeñado en hacerse notar y ahora, justo ahora, promociona la comida casera

El ministro Alberto Garzón

El ministro Alberto Garzón / M. G. (Sevilla)

Al perro flaco de la hostelería le ha salido la pulga de un ministro con afán de protagonismo. Dicen que no hay cosa más triste que un jefe sin subordinados. ¿Y qué me dicen de un Ministerio artificial, inflado, con pocas competencias y que no debería pasar acaso de una dirección general? El sueño de la razón electoral genera Ministerios fatuos. Alberto Garzón no es tonto, tiene demasiadas horas libres, que no es lo mismo. Usa una apariencia de racionalidad para extremar los mensajes, crear polémicas, provocar perjudicados y ofendidos y ganar espacio mediático. La última ha sido un vídeo para recomendar el transporte en táper de comida casera. “Como en casa no se come en ningún sitio”. Claro. La próxima será que no hay nada como dormir en la cama de uno y déjame de los colchones de los hoteles de cinco estrellas. A Garzón le falta el mínimo sentido de la oportunidad que es exigible a todo gobernante.

¿Justo ahora había que dedicar las energías de este absurdo Ministerio a esta campaña? Con los bares tratando de salir de la crisis, en plena cuesta de enero y a una semana de comenzar la de febrero, ¿es precisamente el momento de recomendar desde una alta instancia oficial la conveniencia de llevarse comida casera a la oficina? Los bares suponen el 6,2% del PIB y generan 1,7 millones de empleos en España. En Andalucía en particular son fuente de riqueza y hay muchos casos en los que son considerados instituciones. Hay que exigirle a quienes nos gobiernan que, al menos, no creen problemas donde no los hay. El ministro acumula una serie de declaraciones y campañas que son calamitosas.

Un día arremetió contra el turismo de forma irresponsable: “Es precario, estacional y con bajo valor añadido”. En España, nos guste o no, tenemos una hiperdependencia del sector servicios. El turismo es nuestra primera industria. Se han sucedido ya ataques del ministro contra la carne roja, contra las bebidas refrescantes y contra nada menos que al aceite y al jamón, inicialmente machacados en el sistema de etiquetado del semáforo Nutriscore...

Garzón no ha indultado ni a nuestros dos principales alimentos. Las polémicas se suceden y en ocasiones provocan desautorizaciones del propio Gobierno que no conducen a nada porque el tipo está blindado al ser ministro de la cuota Podemos. No hay más. Queda la duda sobre cuál será la próxima polémica para hacerse notar, y si no nos merecemos gobernantes que hayan, al menos, abandonado la adolescencia política. Algunos se aburren con el BOE y vivaquean en el Gobierno a golpe de tuits, declaraciones y vídeos. Un provocador de baja estofa con cartera ministerial.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios