La Consejería de Salud y la familia de la joven de 13 años embarazada y cuya madre la acusó de agresiones, amenazas e insultos han acordado su ingreso en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, confirmó ayer que la menor "tiene prevista la atención específica" en este centro madrileño ya que en Andalucía no había plaza en el servicio que necesita. "Son los equipos que atienden a esa persona" los que dicen "qué recurso es el más adecuado en todo momento", según indicó Navarro, que reiteró que es una decisión que "no la toman los políticos" sino un "equipo de profesionales" que "entiende que es el más adecuado para atender a esa menor en estas circunstancias" tras decidirlo con su familia.

Navarro, que eludió comentar los detalles de la situación de la menor que sí ofreció el martes la madre en un programa de radio tras solicitar que le quitaran su tutela, aseguró que, por responsabilidad institucional y también por convencimiento personal, está obligada de guardar silencio sobre las circunstancias de cualquier expediente que tenga que ver con menores.

Para Navarro, airear las circunstancias de estas situaciones y "poner altavoz público" en ellas hace un flaco favor a los afectados y dificulta la resolución del problema. La consejera señaló que en este caso es su propia madre la que ha difundido los detalles del caso, algo que consideró "sorprendente". Micaela Navarro se lamentó de que "toda España conozca un caso que ayer sólo conocía la familia y la Administración".

En el mismo sentido, el delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Antonio Márquez, informó ayer que la mejor solución para la menor es "sacarla del entorno natural en el que se produce esa situación".

El portavoz de la Asociación Pro Derechos del Niño y de la Niña (Prodeni), José Luis Calvo, instó ayer a la Fiscalía a que actúe de oficio y ordene a la Junta de Andalucía que tutele "de inmediato" a la menor cordobesa.

La chica tiene un trastorno de conducta diagnosticado y a consecuencia de él la madre llegó a firmar el desamparo de su hija, que fue rechazado por el servicio de Protección de Menores.