Andalucía

"Un médico me confundió con otra mujer idéntica de Huelva"

  • Paqui Camacho denuncia el presunto robo de su hermana gemela hace 48 años

Hace 48 años que vinieron al mundo Paqui Camacho Delicado y su hermana Rosa María. El 9 de agosto de 1964 su madre se puso de parto de forma prematura, a los siete meses de gestación. "Como no había ecografía, no sabía si veníamos una o dos", afirma Paqui. La mujer, oriunda de la capital onubense, fue acompañada de una tía de las pequeñas al hospital Manuel Lois de Huelva, donde dio a luz a dos gemelas. La atendió un reconocido ginecólogo. Todo había salido bien.

Primero nació Paqui, luego Rosa María. Las trasladaron a las incubadoras. "Yo era la que estaba más afectada porque tenía un soplo en el corazón, estaba más delicadita, peor. Ella estaba sana", recuerda la afectada. Su madre acudía todos los días, cada cuatro horas, al centro hospitalario para amamantarlas. "La acompañaba mi tía y así estuvieron ocho días", relata Camacho. En el transcurso de esas jornadas interminables, "los médicos les dijeron que estábamos poniendo peso pero que yo era la que tenía una situación más complicada".

Al octavo día de ingreso, las dos mujeres se encaminaron de nuevo al área de prematuros del Manuel Lois. Allí las interceptó una religiosa que no traía precisamente buenas nuevas: "Antes de que mi madre llegara a las incubadoras para amamantarnos, la monja les espetó que mi hermana Rosa María había fallecido".

La madre, del brutal impacto de aquellas palabras, "empezó a llorar, sufrió una crisis nerviosa. Mi tía empezó a decir que eso cómo iba a ser, que lo lógico era que hubiera fallecido yo, por ser la que estaba más delicada". No entendieron que Rosa María estuviera muerta, porque "mi hermana no tenía nada, estaba completamente sana".

Solicitaron ver a la pequeña. "Mi tía les pidió que le mostraran a la niña por si se habían confundido y era yo en vez de mi hermana la fallecida". Pero, como en otros tantos casos en que se han denunciado desapariciones de recién nacidos en Huelva, "la monja le dijo que no se la podía enseñar porque ya la había enterrado en el ataúd de una persona mayor".

Cuando sucedió aquello, el padre de las gemelas estaba faenando en la mar, así que fue un hermano de su madre el que "exigió a la monja que sacara al bebé de allí porque querían hacerse cargo del entierro". Minutos más tarde les comunicaron que la habían extraído del ataúd del adulto y "les entregaron una cajita blanca: tan cerrada estaba que no pudieron abrirla y en mi familia ha quedado la duda de si dentro había algo o estaba vacía".

Cuando el tío de las niñas pidió explicaciones de por qué iban a enterrarla sin consentimiento de la familia, "la monja le comentó que como pensaba que mi madre no tendría recursos para enterrar a mi hermana, pues que por eso la habían colocado en el ataúd de una persona mayor". El hombre entró en cólera y le espetó que "ella no era nadie para suponer nada sin preguntar y que querían hacerse cargo" de la sepultura.

Enterraron la caja en un lugar determinado del cementerio de La Soledad. "Recuerdo ir a visitarla con cinco o seis años, estaba sobre la tierra, cubierta de cemento y con una cruz pequeñita". Contra todo pronóstico, Paqui logró sobrevivir a los problemas de salud y salió adelante.

El de las gemelas era el tercer embarazo de su madre. Ya tenía dos hijos más, ambos discapacitados. Precisamente ésta es la chispa que prende la búsqueda de Paqui. "Murió mi madre y un año después le comenté a mi tía que cuánta falta me haría que mi hermana estuviera viva para tener la ayuda de ella con mis hermanos, que la echo de menos". La mujer le contó toda la historia y entonces se decidió a investigar. Lo hizo por aquel impulso que siempre tuvo de que "mi hermana está viva en alguna parte". De aquello hace ya siete años.

Comenzó a buscarla en solitario. En el cementerio consta que su hermana está enterrada "en la fosa común", por lo que cree que "quitaron su tumba y la metieron en la sepultura general". Adonde enterraban los cadáveres de la beneficencia. Y también los de decenas de casos denunciados en nuestra provincia. Cuando se desató mediáticamente el asunto acudió a SOS Bebés Robados Huelva, donde la asesoraron. Denunció su causa, pero se la han archivado. Le quedaban pocas esperanzas... hasta hace unos meses.

Este verano acudió a un hospital de Sevilla para que le trataran una alopecia areata, enfermedad genética que padece. Entró en la consulta del médico y éste le preguntó, textualmente: "¿Qué haces otra vez aquí?". Se quedó alucinada "y le dije que era la primera vez que iba, pero me insistió en que me había dado el alta hacía tres meses, que cómo era posible". Paqui le contó la historia de su gemela y el facultativo, estupefacto, le indicó que la mujer a la que había atendido recientemente "tenía el mismo problema médico que yo, la misma edad y que es increíble el parecido que tiene conmigo".

Le pidió los datos de la enigmática mujer pero el médico argumentó que debía respetar su secreto profesional. También le solicitó alguna pista o que le transmitiera a la "mujer idéntica" que ella quiere conocerla. "Le supliqué tanto que me acabó diciendo que vivía en el Condado, en Bollullos o en La Palma".

Fue a buscarla, pero se agobió y se marchó sin más. Ha solicitado en el hospital Juan Ramón Jiménez el historial médico de su madre y la niña, pero "me dijeron que se incendiaron los archivos y que se han perdido la mayoría, entre ellos los del año 1964".

Cree que a su hermana la robaron y que la adoptó alguien de Huelva porque "no contaban con que yo siguiera viva". Ahora pide colaboración ciudadana porque tiene la esperanza de que esa mujer sea su hermana y, "si no lo es, mala suerte, pero quiero descartarla; tenemos derecho a saber qué pasó".

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