Crisis del coronavirus

El llamamiento de una profesora diabética desesperada con los "obsoletos" procedimientos sanitarios

  • Paz Domínguez, enferma crónica de diabates con necesidad de tratamiento diario, lamenta el anacronismo por el cual los funcionarios del Estado no pueden acceder a una tarjeta virtual como la de la Seguridad Social 

El vídeo difundido por la profesora Paz Domínguez. / M. G.

Determinados procedimientos sanitarios no sólo han quedado "obsoletos" en cualquier situación, sino que ante crisis tan graves como la que estamos viviendo, incrementan "innecesariamente el riesgo". Es la denuncia que ha realizado Paz Domínguez Cañestro, una vecina de Ronda que una padece diabetes de tipo 1 (dependiente por tanto de la insulina y autoinmune) que la convierte en una persona "especialmente vulnerable a cualquier tipo de proceso vírico".

"Me gustaría hacer un llamamiento al sentido común, a la reflexión y a la responsabilidad de los poderes públicos que corresponda", declara a este periódico esta profesora de FP que ha lanzado un llamamiento en un vídeo en sus redes sociales. "En esta situación anómala de alarma nacional decretada por el Gobierno, con confinamiento obligatorio en casa, ya es hora de que la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) se plantee actualizar sus mecanismos de gestión de recetas para pacientes con enfermedades crónicas".

"No puede ser que, en pleno siglo XXI, donde parece que nada tiene sentido si no se saben usar las nuevas tecnologías, una funcionaria docente como yo, en pleno confinamiento domiciliario, tenga que acudir a su médico de familia con un talonario de recetas obsoleto, sólo porque los miembros de Muface no disponemos de una tarjeta virtual [de la Seguridad Social] que evita desplazamientos innecesarios en estas circunstancias que ha provocado el COVID-19", añade esta profesora malagueña que vive estos días con la zozobra añadida de contar con medicamentos sólo para las dos siguientes semanas.

"Quisiera aclarar que apuesto por los servicios públicos; por eso, cuando obtuve mi plaza de funcionaria y desde Muface me dieron a elegir entre Seguridad Social y otras entidades privadas, yo elegí la Seguridad Social. Sin embargo, desde entonces el talonario de recetas no me ha dado más que problemas, resultando ser una herramienta obsoleta para estos tiempos. Además, para complicar más la situación, mi tratamiento crónico necesita de un visado debido al coste del mismo. Es decir, mi doctora firma y sella la receta del talonario y luego la tengo que mandar a la sede de Muface más cercana [Málaga capital, en su caso] para que la visen y me la devuelvan. Una vez recibida, entonces es cuando puedo ir a la farmacia a retirar las tiras necesarias para realizar mediciones de glucosa. Esto pasa cada día a muchos funcionarios con enfermedades crónicas, no es una situación particular", denuncia Domínguez Cañestro.

"Así pues insisto en ese llamamiento a la sensatez, a la responsabilidad y al sentido común. Que las personas con enfermedades que requieren tratamiento de por vida, que ya tienen un diagnóstico veraz por parte de especialistas médicos, no necesiten visar con tanta frecuencia sus recetas, y mucho menos mediante su traslado a otras ciudades donde están las sedes de Muface. Y, por supuesto, tarjetas virtuales sanitarias de Muface ya", reclama esta funcionaria que pide a las autoridades competentes en la materia que sean conscientes de estas trabas añadidas a las personas con patologías crónicas.

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