La legislatura coge tono ('spoiler': mal tono)

La sesión de control en el Parlamento marca el registro que reinará en los próximos años

La legislatura coge tono ('spoiler': mal tono)

La legislatura coge tono ('spoiler': mal tono)

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La sesión de control ha marcado el tono de la legislatura andaluza: el nuevo Gobierno andaluz apuesta por hacer oposición a la oposición, y sin miramientos institucionales. Era previsible: si no van a cumplir sus promesas, les conviene poner los focos en las promesas incumplidas por sus antecesores durante años. La salmodia de la herencia recibida va a repetirse más que los ajos de la campiña. Como esos hare krishna que van de un lado a otro repitiendo "Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare...", los consejeros van a desfilar por los micrófonos, de las Cinco Llagas a Canal Sur, con la cantinela de "la herencia recibida, la herencia recibida, recibida recibida, la herencia, la herencia…". Sólo les falta la túnica naranja, aunque ese color crearía el enésimo conflicto entre los socios del Ejecutivo, que ya andan duplicando cargos y poniéndose cortafuegos porque no se fían unos de otros. Pero nada tan grave que no pueda taparse entonando "la herencia recibida, la herencia recibida, recibida recibida, la herencia, la herencia...". La letanía va a servir lo mismo para un roto del antiguo Gobierno que para un descosido del nuevo. Claro que hay más rotos que descosidos. Y cada semana van a proclamar que han desmontado un chiringuito como se canta ¡bingo! Aunque sea un pesebrillo más que un chiringuito. Cualquier cosa bastará para entonar "la herencia recibida". Más vale acostumbrarse a esto. Sólo es la quinta semana, y esto va a durar muchas semanas, probablemente doscientas, hasta el final de la legislatura. Mientras sea eficaz, no les va a frenar la mediocridad. Allá por 2022 irán a las urnas cantando "la herencia recibida, la herencia recibida, recibida, recibida, la herencia, la herencia...".

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Y la oposición se lo va a poner muy fácil si ni siquiera asumen que son la oposición. Y no sólo Adelante Andalucía, en su burbuja pinchada, sino el PSOE. Mientras Susana Díaz se siga creyendo la emperatriz de la Bética, como quien pasea por un pabellón psiquiátrico pensando que es Napoleón, todo irá mal. Su Ex Susanísima ha reaccionado al CIS de Tezanos como si fuese un triunfo. "Los andaluces, que son listos, lo han visto muy rápido y ahí están los datos del CIS", proclama saboreando esto como un éxito con el que "volver cuanto antes al Gobierno". Se equivoca doblemente. Primero, por creer al CIS: la última vez que confió en los datos de Tezanos se dio un batacazo histórico. Segundo, por creer que ella nada tiene que ver con los sucedido el 2-D. Les urge aterrizar en la realidad. Y la Sra. Ex debería empezar por dejar de reservar sus off the record a la prensa de Madrid, como cuando necesitaba darse pisto en la Corte, y empezar a colocar buenos mensajes en Andalucía. Si a los socialistas les sorprende a qué velocidad se les ha puesto cara de ganadores a los que llevaban 36 años perdiendo, casi más sorprendente es lo rápido que el PSOE ha cogido hechuras de perdedores después de 36 años ganando. Necesitan tomar conciencia de su fuerza pero también de su rol. Nadie pelea por el poder si no sabe estar en la oposición.

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Un portavoz es clave en un Gobierno que fía mucho a la comunicación. Y la opción Bendodo es una operación de riesgo. Con viento a favor, no se entiende ese riesgo, porque además Bendodo tiene otras virtudes políticas pero no es un portavoz brillante. Quizá piense en emular a Soraya, que no acabó precisamente bien. Eso sí, para el presidente tal vez sea bueno que su Rasputín se desgaste; y él sabe que a Bendodo le pierde la vanidad de hacerse omnipresente. Pero la imagen del consejero de la Presidencia haciendo de perro guardián es peligrosa. Esta semana ya ha tenido algunas bajezas innecesarias. Una cosa es hacer oposición a la oposición, y otra no parecer Gobierno sino oposición. Hay que saber elevarse sobre ciertas miserias. Para esos papeles, mejor tener portavoces entrenados en el trabajo sucio. Como Sergio Romero por Cs en la sesión de control a degüello contra el PSOE, aunque no lograse hacer olvidar que ellos fueron cómplices de ese PSOE durante años apoyándolo en todo. Ah, La Veleta Naranja, como los caricaturizan desde Vox... (Por cierto, lo de sacar en el Parlamento la foto de los ex presidentes en el banquillo, como se sacan gráficos en los debates electorales, es mediocre. Un portavoz no merece serlo si para dar un argumento necesita una foto. Pero se demuestra que el tal Romero, que ha presentado candidatura a Rufián del sur, no pensaba en el debate parlamentario sino en la cámara de televisión). En fin, inevitablemente a algunos debe tocarles ese papel sin escrúpulos; siempre hay que tener portavoces a los que usar... y tirar cuando convenga. A quien da la cara, siempre se la acaban partiendo. Es una regla básica. Para Bendodo eso es innecesariamente arriesgado: si quiere bajar al barro, le va a costar lucir la púrpura. El barro siempre salpica. Y Elías ya parece siempre a punto de decir aquella cantinflada memorable: "Entonces ¿vamos a actuar como caballeros o como lo que somos?".

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