El catastrófico incendio, que el 30 de agosto se originó en la zona de Barranco Blanco de Coín, en la provincia de Málaga, sigue arrojando nuevos datos. El juzgado de instrucción número 3 de Coín investiga, como una pieza separada del procedimiento judicial iniciado contra el presunto autor del fuego detenido a principios de octubre, la razón por la que el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande -cuyo término municipal resultó ser el menos afectado de los seis a los que dañaron las llamas- realizó un informe en el que situaba el punto de inicio a unos 200 metros del que determinó en su informe final la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIFF), que es la que realmente competente en esta materia.

La titular del juzgado que instruye el caso deberá determinar si hubo alguna supuesta intencionalidad en este hecho debido a que se da la circunstancia de que el presunto responsable del incendio, un hombre de 35 años e identificado como J.Z.M., trabaja -al menos así era hasta el momento de su detención el 1 de octubre- como monitor en la escuela taller del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, además de encargarse del mantenimiento de la finca de Barranco Blanco en la que los investigadores de la Junta de Andalucía sitúan el origen del fuego debido a una negligencia.

Sin embargo, el informe firmado por dos técnicos del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, realizado días después del incendio y entregado antes incluso que el de la BIFF, situaba el origen de las llamas en una piscifactoría abandonada a 200 metros de la citada finca, que está ubicada junto al pie de monte de la ladera del cerro Alaminos y junto al carril denominado Charco del Infierno.