Andalucía

Los padres inician una recogida de firmas contra la reforma educativa de Wert

  • Pretenden reunir medio millón de apoyos para presentar una legislativa popular · La ley supone un "retroceso a los años 70"

Una reforma "elitista, engañosa e impuesta sin aceptación". Así se considera la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública (Codapa). Los progenitores no conciben que se imponga como obligatoria la asignatura de Religión o su alternativa, que se aumenten los conciertos con centros privados o que se apoye económicamente a colegios con educación diferenciada. Por ello han iniciado una campaña de recogida de firmas para "detener el avance del anteproyecto".

Las ampa andaluzas se han sumado a la confederación española en esta acción que pretende reunir más de 500.000 firmas para presentar iniciativa legislativa popular. "Es la única forma de que nos escuchen", explica Pilar Triguero, asesora de Fdapa de Málaga. En la provincia ya se inició la campaña a finales del mes pasado y se han sumado más de un millar de adhesiones a la protesta. "Qué menos que alzar nuestra voz, porque son nuestros hijos los que van a pasar por el sistema educativo", dice Triguero.

En la asamblea de la Federación de Asociaciones de Padres, celebrada el 1 de diciembre, se aprobó una resolución contra el anteproyecto de la Lomce por tres motivos fundamentales. "Lo primero de todo es que se ha hecho de espaldas a la comunidad educativa y sin ninguna posibilidad de diálogo", critica la asesora de Fdapa, que destaca en segundo lugar que la nueva ley "retrotrae al sistema educativo público a los años 70". No menos importante es para esta asociación que sea "una ley donde lo único importante parece ser formar a los jóvenes para el mercado laboral sin tener en cuenta que un estado tiene que garantizar la educación integral y continua e independientemente de la salida laboral", añade Triguero.

Desde Fdapa se critica que las enseñanzas artísticas hayan perdido casi toda su presencia mientras que la Religión o su alternativa se ha convertido no sólo en obligatoria sino también en evaluable con peso en las pruebas de acceso a la universidad. "Es lo que la Conferencia Episcopal llevaba años pidiendo, que su nota también cuente", asegura Triguero.

Los padres también critican que la nueva ley propicia cambios "en un punto fundamental, que es la educación separada por sexos", y añaden un aspecto que les parece "demencial" y es que la inversión en educación baje casi un 5%. "Tenemos unos índices muy bajos y queremos mejorarlos, pero ningún estudio dice que con menos recursos se pueda avanzar, es completamente imposible", subraya Triguero, que lamenta la desaparición de los programas de apoyo para los que tienen mayores dificultades.

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