La principal incógnita que se presenta para las primeras sesiones del juicio consiste básicamente en si el asesino confeso, Miguel Carcaño, mantendrá su última versión de los hechos, la que realizó el 9 de septiembre de 2009 y en la que rechaza otro testimonio anterior en el que había confesado que entre él y el Cuco habían violado a Marta antes de darle muerte.

Sobre el papel, cuando Miguel Carcaño declare, ésta debería ser la versión de los hechos que defienda ante el tribunal, pero tratándose de un joven que ha declarado ya en ocho ocasiones a lo largo de la instrucción y que ha dado cuatro versiones distintas de los hechos, cabe esperar cualquier sorpresa. ¿Qué pasaría si ahora llegara Miguel y le dijera al tribunal que dejó a Marta a las nueve y media de la tarde del 24 de enero, cuando se produjo la desaparición? Según algunos juristas consultados por este periódico, un nuevo cambio de versión no tendría por qué influir en la calificación de los hechos que se ha realizado sobre Miguel Carcaño, porque en su caso sí que existen pruebas que apuntan a la autoría del crimen, sobre todo la sangre de Marta hallada en la cazadora que vestía la noche de autos.

Carcaño reconoció en su primera versión de los hechos, la que realizó tras su detención el 13 de febrero de 2009, que mató a Marta con un cenicero y que con la ayuda de sus amigos Samuel Benítez Pérez y Francisco Javier García Marín, por entonces menor, se deshicieron del cuerpo, trasladándolo en el coche de la madre del Cuco hasta el río Guadalquivir, donde lo arrojaron.

Un mes después, en concreto el 16 de marzo, Miguel Carcaño volvió a cambiar de declaración, en esta ocasión para afirmar que la noche del 24 de enero el Cuco violó a Marta en su domicilio de León XIII, tras amenazarla con una navaja tipo mariposa, y que a continuación la asfixió con un cable de alargadera. Durante toda esa acción, Carcaño se situó como espectador de la agresión sexual y del asesinato, ya que, según dijo, estaba "paralizado" en la puerta de su dormitorio.

En esta versión, Carcaño aseguró que después del crimen llegó Samuel Benítez y que entre los tres sacaron el cuerpo de Marta, oculto en bolsas de basura grandes, y lo arrojaron a un contenedor de basura que había en una calle próxima a su piso.

Tan sólo unas horas después de esta declaración, Carcaño volvió a comparecer ante el instructor de la causa para realizar una nueva declaración que matizaba la anterior. En esta declaración, el asesino confeso asegura que él también violó a Marta, aunque mantiene que fue el Cuco el autor material de la muerte con la alargadera. En esta nueva variante, Miguel asegura que Samuel Benítez "nunca estuvo" en su piso el día de los hechos y tampoco tuvo participación alguna.

En su cuarta versión, Miguel vuelve a incriminar a Samuel, al afirmar que fue él quien se deshizo del cuerpo en el coche de un tío suyo y que no sabe dónde está el cadáver, que habría estado varias horas en el maletero del coche.