Diego Valderas. Vicepresidente de la Junta de Andalucía

"Se está fraguando otra deuda histórica con Andalucía"

  • "El Gobierno andaluz tiene muy claro que no está dispuesto a renunciar a ninguno de los derechos que ampara nuestro Estatuto de Autonomía, que es nuestra carta constitucional"

Lo intenta disimular pero a Diego Valderas se le ve pletórico en su cargo de vicepresidente de la Junta de Andalucía. Desde esta posición privilegiada, a la que suma el cargo de consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, considera que su partido, IU, tiene una oportunidad de oro para hacer ver a los andaluces que tiene una manera de gobernar diferente a la de PSOE y PP. Y entiende también que el Gobierno andaluz de coalición entre socialistas e izquierdistas tiene la obligación de poner en servicio los instrumentos necesarios para aplicar en esta comunidad autónoma un modelo económico radicalmente opuesto al que viene desarrollando el PP en el Gobierno central. Estas ideas las plasmó en un desayuno celebrado el pasado miércoles en las instalaciones de Diario de Cádiz y en el que también estuvieron presentes el director de este periódico, Rafael Navas; el director adjunto, José Antonio Hidalgo; el delegado territorial de la Junta Manuel Cárdenas; y el jefe de Gabinete de la Vicepresidencia de la Junta, Manuel Gómez de la Torre.

-La Junta de Andalucía ha presentado esta semana un plan de choque para el mundo rural de la provincia de Cádiz. ¿Qué objetivos se persigue?

-Se trata de dar continuidad al que fue uno de los primeros acuerdos que puso en marcha el Gobierno andaluz. El plan se empezó con 200 millones para impulso en materia educativa, materia forestal y medioambiental y en rehabilitación de viviendas y en 2013 se verá incrementado de manera importante porque se incluirá un plan de emergencias dirigido directamente a los ayuntamientos para que puedan atender a esas familias que están al límite, sin poder acceder a un empleo y sin ayudas. Unido a este plan está la red de solidaridad alimentaria que queremos poner en marcha para contribuir al trabajo magnífico que ya vienen realizando muchos voluntarios.

-En paralelo se presentaba el Pacto por Andalucía que quiere liderar la Junta. ¿Por qué se plantea ahora esta iniciativa?

-Porque los niveles de pobreza están llegando a unos límites alarmantes. De ahí que los pilares de ese gran acuerdo económico y social que se quiere hacer en Andalucía vayan a ser la creación de empleo y salvar la situación de las familias que están más desesperadas. Ese pacto tiene que ser para todas las provincias, tiene que estar referido al compromiso sobre todos los sectores y tiene que tener una visión diferente en el marco de un nuevo modelo económico de desarrollo de nuestra comunidad. Yo tengo confianza en que seamos capaces de poner en marcha ese pacto antes del 28 de febrero porque eso significaría rememorar lo que hicimos hace 32 años, cuando pusimos a Andalucía en el camino de la ilusión y de la esperanza. Ahora hay que mirar al futuro con otra perspectiva, por encima de lo que sería un acuerdo tradicional de concertación entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno, porque creo que eso está ya superado.

-Los términos 'planes de empleos' y 'pactos' no generan excesiva ilusión en una provincia como la de Cádiz que sigue liderando todas las estadísticas de desempleo...

-Yo no llego a comprender cómo una provincia como Cádiz, con tantos valores y potencialidades, está situada a la cabeza del desempleo. Creo que en el ámbito de ese pacto por Andalucía hay que hacer una reflexión general con las organizaciones que lideran Cádiz para analizar por qué no se ha producido el tirón del empleo en una tierra con uno de los mejores litorales, con un potencial agrícola y ganadero enorme y con lo que ha significado el potencial industrial de las bahías de Algeciras y de Cádiz. Hay que descubrir qué es lo que no estamos haciendo bien para dar la vuelta a la situación. Además, creo que estamos obligados no sólo a ser capaces de planificar e invertir en nuestras potencialidades y sectores económicos más importantes sino también en mimar a aquellas empresas, sean del sector que sean, que tienen raíces muy profundas en nuestro territorio y no se quieren ir de aquí. Experiencias anteriores, y de eso se sabe mucho en Cádiz, demostraron que se mal utilizaron recursos de todos los andaluces al dárselos a empresas que cuando les interesó se fueron dejándonos muchos problemas. Ahora hay que tener mucho celo para cuidar a las empresas de aquí que, pese a competir internacionalmente, siguen creando riqueza aquí y quieren seguir estando aquí.

-Pero eso choca con las pretensiones de la Junta de traer a los suelos de Delphi a la una empresa como BWI, de capital chino.

-Lo que quiero decir es que cualquier inversión que venga tiene que echar raíces aquí. Hacen falta cláusulas de seguridad para que no se repitan los problemas de Boliden y de Delphi, por ejemplo, Y en el caso de Delphi tengo que decir que hay una ilusión permanente en el Gobierno andaluz para encontrar la salida a los compromisos que en su día firmó la Junta con los trabajadores. Por eso cualquier elemento que llega sobre ese tema se acoge con la máxima expectación.

-Desde una posición de neutralidad, ¿quién tiene razón en la guerra entre la ministra Báñez y el consejero Ávila sobre las supuestas no justificaciones por parte de la Junta de las inversiones de planes de empleo en la Bahía de Cádiz?

-Yo estuve en una reunión al más alto nivel para tratar esta cuestión y puedo decirle, desde esa posición de neutralidad que usted me pide, que el Gobierno de España no está teniendo la suficiente sensibilidad con Andalucía. Cuando pedimos planes extraordinarios de empleo como los que tienen Canarias o Extremadura, Andalucía no ha sido oída y no entiendo el porqué, sobre todo cuando se trata de una ministra cercana a esta tierra, cuando hemos perdido un nivel de peonadas muy importantes en el campo, cuando tenemos los niveles de paro más altos y cuando ha habido recortes de 400 millones de los fondos sociales europeos sobre nuestra tierra. Y Andalucía le ha dado al Gobierno todas las explicaciones que nos pidió sobre los planes de empleo de la Bahía, pero sigue sin haber el mínimo interés. En este asunto la razón está de parte de Andalucía y del Gobierno andaluz.

-Pero desde fuera se aprecia que hay ahora menos confrontación que en los años de Aznar...

-Es que ha habido un intento por parte del Gobierno andaluz de evitar la confrontación. Lo que pasa es que el Gobierno andaluz no está dispuesto a renunciar a ninguno de los derechos que ampara nuestro Estatuto de Autonomía, que es nuestra carta constitucional y que fue aprobado en el Congreso. Creo que se está empezando a fraguar una nueva deuda histórica con Andalucía. Empezó el anterior Gobierno central dejando una deuda de 1.504 millones en inversiones a las que tenía derecho Andalucía en los años 2009 y 2010 y hay que sumar los incumplimientos del actual Gobierno. Eso en cuanto a los Presupuestos Generales del Estado pero es que también están las partidas del fondo de suficiencia, de compensación interterritorial, etc. Se empieza a engordar la bolsa de la deuda histórica con Andalucía y eso habrá que ponerlo en valor en la movilización que hemos empezado a anunciar de cara al 28-F.

-Me imagino que, visto lo visto, a IU se le habrán quitado las ganas de solicitar más comisiones de investigación en el Parlamento andaluz, ¿no?

-Lo que ha quedado claro es que hay que hacer una modificación del reglamento, como siempre ha defendido IU. Las comisiones de investigación son un servicio a la democracia y no al servicio de un partido. Y esta comisión de investigación, pese a que el dictamen ha salido negativo, ha hecho un servicio a la democracia buscando siempre la verdad en base a elementos objetivos. El problema ha estado en el esperpento del PP y del PSOE al unirse para eliminar a machetazos renglones enteros de un informe muy bien elaborado por Ignacio García que establecía responsabilidades políticas y administrativas y, lo que es más importante quizás, una serie de recomendaciones que pienso que sí podremos salvar aún.

-¿Cree usted que el Parlamento andaluz ha hecho el ridículo?

-No, no. Es verdad que situaciones como esta no te ilusionan mucho pero cuando se analice el fondo se verá que no hemos hecho el ridículo. Lo que está haciendo IU ahora es trasladar el informe final de la comisión a los ciudadanos. Ellos harán su análisis y comprobarán que IU siempre ha estado en la búsqueda de la verdad. Creo que los andaluces nos han percibido como solventes.

-¿Hasta dónde puede llegar la Junta con las novedosas oficinas de asesoramiento en desahucios?

-El margen de maniobra es muy escaso pero a mí me enseñaron que para que las cosas cobren fuerza lo que hay que poner en marcha es una buena idea y un buen discurso. Ese discurso sobre los desahucios liderado por la Junta quizás con el rostro de IU al menos ha logrado abrirse paso en la política nacional. Esas oficinas han mantenido conversaciones con ayuntamientos y entidades bancarias para garantizar más el derecho de los hipotecados y han logrado frenar un número de desahucios que al menos es mayor que antes, cuando no se podía parar ninguno. Pero es cierto que los instrumentos son ahora reducidos y queremos ampliarlos cambiando las leyes.

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