El 41% de los trabajadores inmigrantes residentes en Andalucía afirma haber sufrido alguna vez discriminación laboral por razón de sexo, etnia, procedencia o religión en alguno de los trabajos desarrollados, mientras que el 59% restante niega haber percibido discriminación laboral alguna. Según los datos recogidos por Europa Press del informe Iceberg. Estudio del proceso y evolución de la vida laboral de personas extranjeras no comunitarias en Andalucía, elaborado por Andalucía Acoge, la cifra es similar a las discriminaciones percibidas en los grupos de personas autóctonas y extranjeras, las cuales afirman haber sufrido discriminación laboral en algún momento en un 42% de los casos.

Del grupo de personas extranjeras, de la proporción que afirma haber sufrido discriminación laboral, un 19% son mujeres y un 21% son hombres. En el caso de las personas autóctonas, el porcentaje de las mujeres duplica al de los hombres, siendo de un 28 y de un 14% respectivamente. Por otro lado, en el caso de las personas extranjeras, los hombres describen las discriminaciones percibidas por motivos de procedencia y por ser inmigrantes, por profesar la religión musulmana o haber recibido un trato diferente o vejatorio por raza, nacionalidad u origen. En cambio, las mujeres coinciden en las discriminaciones percibidas con los hombres extranjeros aludiendo también a diferencias de trato o discriminaciones por el hecho de ser inmigrantes, por las que expresan trabajar más horas y recibir menos retribución. En casos reducidos también señalan las mujeres extranjeras haber sufrido acoso laboral y sexual, humillaciones y amenazas salariales o de despido.

En términos generales, hay una tendencia a valorar las discriminaciones en la población autóctona en términos de cumplimiento de la normativa laboral y de igualdad. Sin embargo, en la población extranjera esta tendencia cambia, priorizando en su análisis aquellas discriminaciones que incluyen tratos vejatorios o agresiones hacia su propia identidad.