Elecciones andaluzas | La batalla de Cádiz

Pulso a cuatro o cinco manos en la provincia andaluza más crítica

  • El PSOE acepta su favoritismo en Cádiz, donde el bipartidismo parece debilitarse mucho más rápido l Los cambios en el PP y la ‘fuga’ de Teresa Rodríguez, a examen

De izquierda a derecha, Manuel Jiménez Barrios (PSOE), Ángela Aguilera (Adelante), José Ortiz (PP) y Sergio Romero (Cs), antes de un debate en esta campaña.

De izquierda a derecha, Manuel Jiménez Barrios (PSOE), Ángela Aguilera (Adelante), José Ortiz (PP) y Sergio Romero (Cs), antes de un debate en esta campaña. / Lourdes de Vicente

La reciente encuesta publicada por los periódicos del Grupo Joly llegaron a una conclusión que es compartida por la práctica totalidad de los líderes políticos y por una buena parte de la sociedad gaditana: Cádiz sigue siendo la provincia más crítica de las ocho que conforman la comunidad autónoma andaluza. Puede que sea por los efectos perversos de esa maldición bíblica llamada desempleo, que desde siempre ha azotado a este rincón andaluz con más fiereza que en otras zonas, pero lo cierto es que en Cádiz no se salva casi nadie. En cualquier encuesta aquí suspende hasta el que hace las preguntas. Y en este último sondeo la sociedad gaditana regaló las peores notas de toda Andalucía tanto al Gobierno andaluz como a Susana Díaz, y a Juanma Moreno, y a Juan Marín...

En este panorama de cabreo gaditano generalizado llegan estas elecciones que, al igual que en el conjunto de la comunidad andaluza, se plantean como un pulso en el que aparecen cuatro manos con opciones incluso de que surja una quinta a última hora.

En Cádiz, donde el PSOE ha ganado todas las elecciones andaluzas celebradas en la democracia a excepción de las del año 2012, todos los partidos conceden el favoritismo a la candidatura que encabeza el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios. Y los socialistas desde el primer momento han aceptado de buen grado ese favoritismo. La ilusión en el PSOE no es sólo ganar sino además hacerlo bien, con una amplia diferencia e intentando amarrar los seis escaños logrados hace tres años y medio. Pero este último reto saben que es muy dífícil. Y el plan B es no bajar de cinco escaños. Si lo logran entraría en el Parlamento andaluz el cunero Miguel Ángel Vázquez, actual consejero de Cultura y que fue colocado a última hora en el quinto puesto de la candidatura socialista.

Esa frase tan manida de ‘Virgencita, que me quede como estoy’ parece ser la que persigue también el PP, que quiere mantener sus cuatro escaños de 2015, que sabe que puede perder uno y que viviría un desastre sin precedentes si sólo lograra mantener dos parlamentarios. Para animarse los populares se aferran al hecho de que ya ganaron –y con cierta holgura– las últimas elecciones celebradas hasta la fecha en la provincia, las generales de junio de 2016.

Los electores dirán hoy en las urnas si aplauden los cambios habidos en el PP, que han aupado al frente de la candidatura al Parlamento al actual alcalde de Vejer, el casadista José Ortiz. Pero también dirán si suspenden o aprueban la estrategia de Adelante Andalucía que ha propiciado la fuga de la líder podemita, Teresa Rodríguez, que se presenta por Málaga. La confluencia de Podemos e IU, que tiene como cabeza de lista a la ex parlamentaria Ángela Aguilera, también firmaría reeditar hoy los cuatro escaños que ataron en 2015 por separado. Si lo logran, sus líderes ven opciones de convertirse en la segunda fuerza política en la provincia, lo que supondría un éxito incontestable.

PSOE y PP coinciden en que el bipartidismo está bastante más debilitado en Cádiz que en el resto de Andalucía. Y eso se debe a la pujanza creciente que parecen tener en las ciudades más habitadas de la provincia tanto Podemos como Ciudadanos. Este último partido, que ha centrado su campaña casi de manera exclusiva en Jerez, sigue teniendo un claro acento sanluqueño, con Juan Marín presentándose otra vez por Sevilla y con Sergio Romero repitiendo como cabeza de lista por Cádiz. Este continuismo para nada quiere aplicarlo la formación naranja al resultado electoral, porque repetir el único escaño de 2015 sería un fracaso. Bien al contrario, las miras están puestas en conseguir tres o incluso cuatro parlamentarios.

Tras una campaña algo sosa marcada por la avalancha de líderes nacionales del PP llegados a la provincia, los gaditanos encontrarán hoy hasta 15 papeletas diferentes en sus colegios electorales. Muchas de estas candidaturas ya saben que están condenadas al fracaso. Queda por ver qué respaldo tiene en las urnas el nuevo invento andalucista llamado Andalucía por Sí, que debuta en unas elecciones con su candidato a la Presidencia de la Junta, Joaquín Bellido, como número uno por Cádiz. Y después está el morbo de Vox, que sabe que necesita unos 35.000 votos para meter al abogado gaditano Manuel Gavira, su número uno, en la relación final de los 15 parlamentarios andaluces que representarán a Cádiz en la XI legislatura andaluza.

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