El director de la cárcel de Albolote se queja de exceso de ocupación
"Es un pozo sin fondo", dice el responsable del centro, con 1.300 celdas y 2.000 reclusos
Dos traslados de presos desde Albolote hasta la nueva cárcel en Morón de la Frontera han intentado en las últimas semanas descongestionar la prisión granadina. Sin embargo, la situación de "sobreocupación" no se ha resuelto, por lo que es previsible que continúen las reubicaciones. Funcionarios y sindicatos llevan años denunciando las condiciones en las que trabajan, y a sus versiones se suma ahora la del propio director, Nahúm Álvarez. "Es como un pozo sin fondo", lamenta.
Pura matemática: la capacidad en las instalaciones de Albolote es de 1.300 celdas para casi 2.000 reclusos. De ellos, hay que descontar a unos 170 que están en otras instalaciones y otros 30 al día que disfrutan de permisos. Entre funcionarios y personal laboral son unos 510 trabajadores. Álvarez no vincula los últimos incidentes a la sobreocupación.
En cuanto a la distribución de los reclusos en las celdas, lo ideal, bajo el punto de vista de Álvarez, es que únicamente hubiera un preso por cada una de los habitáculos. Algo que, como reconoce, es "del todo imposible". La esperanza la encuentra en la apertura de distintos módulos en Morón, pero sin mucha confianza: el número de entradas es imparable. "Hay que abrir una reflexión", concluye Álvarez.
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