Primarias en el PP

La dirección 'soraya' del PP andaluz se la juega

  • La pugna entre Sáenz de Santamaría y Cospedal revela la división en Andalucía, aunque Casado puede beneficiarse de una corriente aún oculta

Javier Arenas vota en las primarias del PP.

Javier Arenas vota en las primarias del PP. / Antonio Pizarro

Unas buenas primarias revelan las fracturas de un partido como los rayos X enseñan las fisuras óseas. Las del PP no han sido tan convulsas como las últimas socialistas, pero las elecciones internas han servido para saber que el partido en Andalucía no es una masa ni homogénea ni unida, ni siquiera es tanta masa. Son poco más de 12.000 votantes, aunque la dirección andaluza tiene de lo que presumir: el sur es su granero de votos. Mucho más que Madrid, que Valencia y que Galicia. Aunque a algunos le resulte paradójico, Mariano Rajoy sabía cuánto sumaban 30 diputados en el Congreso procedentes de una comunidad que en teoría es socialista.

Casado cuenta con Oña, con Vejer y con un voto oculto impreciso

La dirección del PP andaluz y Soraya Sáenz de Santamaría (SSS) ha sido clara, como lo es la oposición de Almería, de Granada y de una pde buena parte de las provincias se la juega este jueves, su apuesta por arte de Jaén, Córdoba y Sevilla al líder andaluz, Juanma Moreno, partidarios de María Dolores de Cospedal (MDC).

Pero Pablo Casado también existe en el sur. A pesar del lastre de su dudoso máster, no hay que descartarlo hasta que el jueves por la noche se conozca el resultado.

Traición en la Almería de Amat

Almería es la provincia que ha descompuesto al PP andaluz. Juanma Moreno reunió a todos los presidentes provinciales a principios de la campaña, y le sacó el compromiso de mantener la neutralidad, pero unas reuniones del ex ministro Juan Ignacio Zoido en la provincia levantina terminó por romper el acuerdo. Hay algo a considerar: SSS y MDC no se soportan, y eso emana hacia todas las direcciones.

Almería había sido la provincia mimada por Javier Arenas, él se presentó a las elecciones autonómicas por este territorio, iba más veces allí que a cualquier otro lugar y, en cierto modo, protegió a su presidente, Gabriel Amat, de todos sus defectos. Amat representa el poder del terruño. Sin más, es un pecio del pasado popular, un superviviente al que no se le conocen más virtudes que las del poder y, por ello, todos hablan bien de él. Pero sin escarbar.

Casado es contrincante de Juanma Moreno, Cospedal es enemiga

Juan Ignacio Zoido, que es el hombre de Cospedal en Andalucía, logró ese apoyo del “padre de todos nosotros”, como algunos se refieren a Amat. El ex ministro cuenta con Granda, con la mitad de Jaén, con buena parte de Córdoba y con otra de Sevilla. El viaje de Javier Arenas a Almería para apoyar en un acto a la vicepresidenta revela esta fractura que tendrá repercusiones en el futuro.

Si Soraya ganase estas elecciones, Juanma Moreno saldría reforzado y podría acometer cambios en aquellas provincias donde, a pesar de desearlo, no ha podido: una de ellas es Almería, la otra es Granada, Sevilla y Jaén ya la tiene ganada. Pero con Moreno, también están algunas de las figuras que pueden emerger en un plazo medio en el panorama andaluz: Antonio Sanz, el líder gaditano, y la ex ministra Fátima Báñez. El malagueño Elías Bendodo también están con ellos, pero éste quiere jugar en la liga malagueña mientras espera que el alcalde De la Torre se jubile.

Soraya, para los votantes

SSS tiene una virtud clara sobre el resto de candidatos: es la preferida por los votantes del PP, es por tanto la mujer que mejor encabezaría una lista a las elecciones generales. A partir de ahí, sus detractores le acusan de controladora y, escasamente, relacionada con el partido.

A esta dirección local y andaluza no le molesta Pablo Casado, el tercero en discordia. Casado es el único que ha declarado que su victoria no acarrearía ningún corte de cabeza. Habría ajustes, pero poco más. Juanma Moreno seguiría siendo el candidato a la Presidencia de la Junta y podría negociar con la nueva dirección qué hacer después, y ese después depende de los resultados.

Casado es un candidato de una buena parte de la militancia, cae bien, es admirado y se lleva de maravillas con Nuevas Generaciones, pero tiene un problema: las graves dudas que hay sobre su máster en el mismo departamento universitario donde lo obtuvo la caída Cristina Cifuentes. Con un problema así, en la España que tiene en prisión a un cuñado del Rey y en un registro de la Propiedad a un ex presidente tres veces in victo, nadie saldría vivo de una competición general, pero Casado tiene partidarios influyentes en Madrid, que lo ven como la única alternativa a Albert Rivera.

Oculto Casado

La candidatura de Casado sostiene que hay bastante voto oculto a su favor en Andalucía, en la comunidad le han apoyado el alcalde de Vejer, José Ortíz, y la histórica Esperanza Oña, que en su día fue una alternativa al liderazgo de Arenas. El acto de Vejer fue numeroso y coincidió con la dimisión de su alcalde como senador, un hecho aún no explicado del todo. Oficialmente, lo deja para dedicarse por completo a su municipio, pero también accedió a ello siendo regidor.

Casado es contrincante de la dirección andaluza, pero no enemigo, una categoría en la que sí se encuentra María Dolores de Cospedal. La ex ministra de Defensa es favorita en La Mancha y en Galicia, y podría tener algo menos de la mitad de Andalucía si no hay sorpresas.

Congreso tras las elecciones andaluzas

Después de la votación del jueves, el PP iniciará una campaña aún más dura, que será la de los compromisarios que van al congreso de finales de julio. Serán éstos quiénes rompan la liza. Una victoria final de Cospedal alteraría el poder andaluz de Juanma Moreno. Llegaría a las elecciones andaluzas que se celebrarán en pocos meses, pero si no las gana, habría un congreso para elegir nuevo líder.

La elección de compromisarios no es un asunto menor del jueves. Los partidarios más destacados de cada una de las candidaturas se han ido asociando en bloques, de tal modo que se podrá saber cómo queda el equilibrio de cara al congreso. Aquellos que ahora apoyan a quien quede tercero y, por tanto, eliminado, serán quienes tengan el poder de decidir en el cónclave.

De la Torre se desmarca del PP-A y apoya a Cospedal

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se desmarcó éste miércoles noche del apoyo del PP andaluz a Soraya Sáenz de Santamaría para anunciar que dará su voto a María Dolores de Cospedal. "A punto de concluir la campaña de las elecciones internas del PP debo decir que votaré a Cospedal. Está comprometida con la cohesión y unidad del partido", aseguró De la Torre.

La ex ministra de Defensa agradeció el apoyo al regidor malagueño: "Muchas gracias por tu confianza. Eres uno de los grandes alcaldes del PP y defiendes los valores que siempre nos han caracterizado", afirmó en un tuit.

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