Andalucía

La nueva carretera de El Rocío divide al Consejo de Doñana

  • El presidente del órgano y el Ministerio de Medio Ambiente reconocen un fallo en el proceso seguido por la Junta

El proyecto de la nueva variante de El Rocío, cuyas obras ya están en marcha, volvió ayer a ser objeto de una fuerte polémica en el Pleno del Consejo de Participación de Doñana. Esta actuación fue aprobada finalmente con condiciones -con el rechazo tajante de los colectivos ecologistas representados en dicho órgano- siempre que se mejore su permeabilidad para el flujo de la fauna. El Consejo decidió por tanto encomendar a una comisión de sostenibilidad que analice la viabilidad de la nueva carretera.

Los grupos WWF-Adena y Ecologistas en Acción mostraron, junto a los representantes de la Estación Biológica de Doñana, su rechazo a esta infraestructura "porque carece de proyecto de restauración paisajística, algo que debe incluir cualquier actuación, más, si está dentro de un espacio protegido", dijo Juanjo Carmona, portavoz de Adena. Estas organizaciones denunciaron la irregularidad de que la carretera, promovida por la Junta, se haya iniciado sin la preceptiva consulta al Consejo.

El propio presidente de este organismo, el científico Ginés Morata, admitió que "ha habido un fallo de procedimiento" en el caso de la variante del Rocío. Una situación que, según el representante del Ministerio de Medio Ambiente, Jesús Casas, podría dar lugar a "alguna reclamación judicial" o a que algunos de estos proyectos pudiesen verse afectados por "un vicio de nulidad".

El viceconsejero andaluz de Medio Ambiente, Juan Jesús Jiménez, matizó que el Consejo de Participación es un órgano consultivo de la Administración cuyas propuestas deben respetar el Derecho y no ser "de imposible cumplimiento" o "inviables jurídicamente".

Tampoco hubo acuerdo al abordar el oleoducto proyectado por el Grupo Gallardo para desarrollar en Extremadura la Refinería Balboa y que atravesará la provincia de Huelva. El alcalde de Lucena, Manuel Mora, desató una fuerte discusión al proponer un rechazo rotundo a que esta infraestructura pase por Doñana. El apoyo de los grupos ecologistas hizo que el Consejo decidiera encargar a la comisión de sostenibilidad un informe antes de adoptar un acuerdo definitivo. Esta comisión hará llegar al Ministerio de Medio Ambiente el malestar del Consejo ya que se tramita la construcción del oleoducto sin haber pedido la opinión de este órgano.

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