Andalucía

La Junta aprueba ayudas de 100.000 euros a andaluces "afectados por la inmersión lingüística"

  • Enric Millo dirige la secretaría de Acción Exterior de la que depende las relaciones con decendientes en el exterior

Varias personas recorren el paseo marítimo de la Barceloneta

Varias personas recorren el paseo marítimo de la Barceloneta / EFE

La Junta ha aprobado unas subvenciones por un total de 100.000 euros para los descendientes de andaluces que vivan en el exterior y estén "afectados por procesos de inmersión lingüística", lo que las dirige, en exclusiva, a Cataluña. La persona en la que se delega la aprobación, denegación y control de estas subvenciones es Enric Millo, el último delegado del Gobierno en Cataluña de Mariano Rajoy, la persona que estuvo al frente de este departamento en el otoño de 2017.

Entre las actividades subvencionables, que se especifican en la orden del BOJA que regula las ayudas, figuran los "concursos de redacción", la "lectura de clásicos andaluces", el "cante y baile tradicional" ejercidos por jóvenes y los "juegos infantiles de origen andaluz".

Ésta es la primera vez que la Junta diseña unas ayudas dirigidas en exclusividad a personas afectadas por políticas de otros gobiernos. Las ha habido a víctimas del terrorismo, pero éstas se centran en los andaluces que pueden perder sus raíces -así se explica en el Boja- por causa de los procesos de inmersión lingüística en otros idiomas distintos al castellano. Cataluña es la única comunidad que aplica la inmersión total del catalán en las aulas, ya que en el País Vasco el alumno puede escoger entre tres modelos y en Galicia no hay problemas con las lenguas. Es cierto que las comunidades balear y valenciana han iniciado procesos que pueden concluir en la reducción del castellano a una lengua secundaria. En Cataluña, el único idioma vehicular es el catalán.

La persona que queda al mando de estas ayudas es, además, el catalán Enric Millo, anterior delegado del Gobierno en Cataluña y hoy secretario general de Acción Exterior de la Junta. Es de él de quien depende la dirección general de Andaluces en el Exterior, liderada por el almeriense Amos García.

Millo es un profundo conocedor de Cataluña. Fue dirigente de Unió Democrática, el partido de Duran Lleida, pero fue fichado por el PP y ascendido a delegado del Gobierno en la comunidad. A él le tocó gestionar las relaciones con la Generalitat y representar al Gobierno durante el otoño de 2017, cuando se celebró el referéndum de independencia y se aprobó la aplicación del artículo 155. Millo fue objeto de persecución por parte de los independentistas, y fue uno de los primeros fichajes de Juanma Moreno.

Millo es el responsable de Acción Exterior, y es quien ha organizado los viajes internacionales del presidente Juanma Moreno a Marruecos y Portugal y, en menor medida, a Bruselas, donde la Junta cuenta con una delegada propia.

La mayor parte de los gobiernos socialistas han destinado subvenciones a organizaciones de andaluces en el exterior, tanto en España como el algunos países americanos, hasta el punto que era habitual que los presidentes de la Junta participasen en la Feria de Abril de Barcelona y otros eventos émulos de fiestas del sur. Esta es la primera vez, sin embargo, que se afina a un problema específico de una comunidad.

En sus acuerdos con Vox, PP y Ciudadanos -partido que nace en Cataluña- se comprometieron a ayudar a andaluces que se consideran víctimas de la política lingüística de la Generalitat.

El Estatuto de Andalucía considera, en su artículo sexto, que los descendientes de la comunidad tienen el derecho a "participar en la vida del pueblo andaluz". Las asociaciones de andaluces en Cataluña cuentan con una larga tradición desde los primeros años de la Transición, en la que se convirtieron en actores políticos. Algunos de los líderes que tuvieron en los años ochenta fueron personas colaboradoras con los gobiernos de Jordi Pujol.

 

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