Vox en el Parlamento

Novatos hasta para los bares

  • Día de estrenos en el Parlamento: presidenta de Ciudadanos, 62 nuevos diputados y el cambio en el ambiente

Juanma Moreno y Juan Marín, acompañados de dirigentes del PP-A y Ciudadanos.

Juanma Moreno y Juan Marín, acompañados de dirigentes del PP-A y Ciudadanos. / Juan Carlos Muñoz

Cuando acaban las sesiones plenarias de los miércoles, que se celebran en horario de tarde, muchos diputados socialistas se relajan con una cerveza en una tasca que hay al final de la calle San Luis, a cinco minutos del Parlamento. Justo detrás del Arco de la Macarena y en frente del Bar Plata, donde sus colegas del PP toman café antes de entrar en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Los de IU hacen lo propio en el Café Central de la Alameda de Hércules, un poco más alejado de la sede de la Cámara. Y hay fotos de la pasada legislatura con parlamentarios de Ciudadanos en un bar de la calle Feria celebrando un cumpleaños, también por la zona.

Ayer, justo después de tomar posesión como diputados andaluces, un corrillo de parlamentarios novatos de Vox debatían sobre bares. Sobre dónde podían ir a celebrar el cambio que han propiciado con su sorpresiva irrupción en un Parlamento abarrotado como hace tiempo que no se recuerda.

Tras más de dos horas de Pleno, la sed se nota en las gargantas de los 109 diputados en una sesión que ha visto cómo 62 personas estrenaban fórmula para jurar o prometer el cargo. Las camisetas en defensa de los servicios públicos que portan los miembros de Adelante Andalucía ya no son noticia, pero sus peregrinas fórmulas para aceptar el escaño son tan llamativas como siempre. Uno incluso afeó a la –novata– presidenta del Parlamento que le hubiese prohibido subir al altar de la iglesia desacralizada que aloja al plenario.

Marta Bosquet quiso acelerar el acto permitiendo a los diputados jurar o prometer desde su sillón, pero lo hizo en medio de la partida. La propuesta soliviantó a Antonio Maíllo, pero más aún a José Luis Cano Palomino, que se empeñó en acercarse a la tribuna, en discutir con Bosquet y en prometer el cargo desde el atril. La almeriense recibió el testigo de una novata muy experimentada, la socialista Marisa Bustinduy, que ayer dirigió los primeros compases de la sesión por ser la diputada de mayor edad después de la jubilación del histórico Luis Pizarro.

La novatada exaltada de Cano Palomino tuvo su contrapunto en otro novato, el naranja Pau Cambronero, que estrenó las fórmulas escuetas en las juras y promesas. “Juro”, dijo el diputado naranja, policía en excedencia y experto en Derecho, por lo que sabe a ciencia cierta que todas las fórmulas utilizadas ayer por sus colegas de hemiciclo son correctas y adecuadas a la ley.

Incluso las de Vox, tan llamativas, por novedosas, como las proclamas de los izquierdistas. “Juro por España”, fue la consigna desgranada por Francisco Serrano, el novato que estaba en todos los objetivos ayer por haber cambiado el statu quo de la Cámara.

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